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Espanya, paradís turístic i laboral

Actualment els europeus no només volen venir de vacances a la Península, sinó que, si haguessin de buscar un país per treballar, també escolliríen Espanya, segons una enquesta publicada recentment pel diari econòmic Financial Times.

Es posible que el cambio climático, la proliferación de urbanizaciones o la continua subida de precios conviertan España dentro de unos años en un país menos atractivo. Pero actualmente los europeos no sólo quieren venir de vacaciones a la Península, sino que si tuviesen que buscar un país para trabajar, también elegirían España, según una encuesta publicada ayer por el diario económico Financial Times.La supuesta tolerancia de los españoles hacia los inmigrantes parece estar en la base de ese interés hacia este mercado laboral que comparten tanto los ciudadanos latinoamericanos o africanos, que constituyen el grueso de la inmigración, como los comunitarios.

Un estudio de la empresa FT/ Harris entre 6.561 adultos de Gran Bretaña, Francia, Italia, Alemania y España, elaborado hace escasos días, indica que entre los ciudadanos que están motivados para trabajar en otro país de la Unión Europea, el país preferido como destino es España, por el 17%, siendo esta preferencia muy alta entre italianos y franceses. En segundo lugar se sitúa Gran Bretaña, con el 15% de preferencias; seguida de Francia, 11%; Irlanda, 6%, e Italia, 6%.

La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, lo atribuyó en declaraciones a Europa Press al "motor de crecimiento potentísimo de España" y a una legislación de extranjería "estricta" pero respetuosa con los derechos humanos y laborales de los trabajadores. Rumí considera que España está dando el salto hacia una inmigración de alta cualificación, como lo demuestra el acuerdo aprobado en el último Consejo de Ministros en el que se establece el procedimiento para autorizar la entrada y residencia de extranjeros cuando se trate de trabajos de investigación, de contenido artístico o de alta cualificación. Ese acuerdo se hizo a propuesta del ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, quien una semana antes dijo que España necesitará este año unos 200.000 trabajadores inmigrantes para cubrir las necesidades de empleo del país. En este caso no se refería a trabajadores cualificados, y sus declaraciones provocaron una airada respuesta de la secretaria ejecutiva de política social y bienestar del PP, Ana Pastor, al considerar que forman parte de la política permisiva del Gobierno que facilita el "efecto llamada".

Hace unas semanas el Gobierno también alcanzó un acuerdo con Senegal para facilitar contratos en origen por parte de grandes empresas españolas. En contrapartida, el Ejecutivo senegalés facilitará los procesos de repatriación a inmigrantes ilegales.

Otro dato que destaca Financial Times es que los españoles son de lejos los que valoran más la aportación de los inmigrantes a su economía. Así opinan el 42% de los españoles, frente al 19% de franceses o británicos (un 47% cree que la aportación de los inmigrantes es negativa). Esa diferente percepción puede tener relación tanto con el buen momento de la economía española, con un crecimiento del 3,7% del PIB en el último año, como por tratarse de una inmigración reciente que ha ocupado puestos de trabajo no deseados por la población española. El empleo doméstico, el cuidado de enfermos, determinados sectores de la construcción y empleos agrícolas, como la recogida de fruta, son copados casi al cien por cien por inmigrantes.

El diario británico concluye que la actitud hostil de sus ciudadanos hacia la inmigración proviene del fracaso de quienes auguraban que la llegada de ciudadanos del Este sería un estímulo económico. El Gobierno de Tony Blair estimó que llegarían 15.000 trabajadores y se encontró con 427.000 trabajadores, en su mayoría polacos. La consecuencia ha sido que ha impuesto una moratoria ante el ingreso de Rumanía y Bulgaria en la UE.

Habrá que seguir la evolución de la opinión pública española para ver si con el paso del tiempo y la continua llegada de inmigrantes se mantiene esa opinión tan favorable.

Acceso a página web de Harris Interactive con más detalles del informe: http://www.harrisinteractive.com/news/allnewsbydate.asp?NewsID=1179

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JosepPlayà Maset , (La Vanguardia)

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La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, lo atribuyó en declaraciones a Europa Press al "motor de crecimiento potentísimo de España" y a una legislación de extranjería "estricta" pero respetuosa con los derechos humanos y laborales de los trabajadores. Rumí considera que España está dando el salto hacia una inmigración de alta cualificación, como lo demuestra el acuerdo aprobado en el último Consejo de Ministros en el que se establece el procedimiento para autorizar la entrada y residencia de extranjeros cuando se trate de trabajos de investigación, de contenido artístico o de alta cualificación. Ese acuerdo se hizo a propuesta del ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, quien una semana antes dijo que España necesitará este año unos 200.000 trabajadores inmigrantes para cubrir las necesidades de empleo del país. En este caso no se refería a trabajadores cualificados, y sus declaraciones provocaron una airada respuesta de la secretaria ejecutiva de política social y bienestar del PP, Ana Pastor, al considerar que forman parte de la política permisiva del Gobierno que facilita el "efecto llamada".

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El diario británico concluye que la actitud hostil de sus ciudadanos hacia la inmigración proviene del fracaso de quienes auguraban que la llegada de ciudadanos del Este sería un estímulo económico. El Gobierno de Tony Blair estimó que llegarían 15.000 trabajadores y se encontró con 427.000 trabajadores, en su mayoría polacos. La consecuencia ha sido que ha impuesto una moratoria ante el ingreso de Rumanía y Bulgaria en la UE.

Habrá que seguir la evolución de la opinión pública española para ver si con el paso del tiempo y la continua llegada de inmigrantes se mantiene esa opinión tan favorable.

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