Bajo la denominación de movilidad internacional exploraremos las tendencias recientes en la asignación (o recepción) de personas a otros países y la manera como los cambios culturales y socioeconómicos están alterando las modalidades y los perfiles personales y profesionales de estos procesos.
El término expatriar etimológicamente presenta una carga dramática (sacar fuera de la propia patria). Muchas de las tendencias recientes apuntan a una progresiva eliminación de estas nociones de desarraigo y pérdida de referentes que se asociaban a estos procesos.
La tendencia es pasar del expatriado tradicional (persona que se establece y pasa años en el país de destino) al empleado en movilidad internacional que adopta varias formas más flexibles y con menos costes asociados, tanto personales (proyecto vital) como económicos (ahorro y simplificación).