El término experiencia del empleado (employee experience) hace referencia a la suma de interacciones significativas y memorables que definen la relación entre una persona trabajadora y la organización, desde el reclutamiento hasta la eventual desvinculación. Como toda experiencia, se configura a partir del recuerdo de momentos especialmente importantes, pero también a partir de factores más inefables del día a día: la configuración del espacio, la comida, la tecnología que se emplea, etc.
Naturalmente, esta concepción de los RH está muy vinculada con la atracción y retención del talento, el estímulo del compromiso y la búsqueda de niveles óptimos de productividad. Estas tres áreas a menudo se han trabajado desde frentes diferentes, sin tener en cuenta que están muy condicionadas por la percepción que las personas empleadas tienen de su experiencia entendida como un todo.