Javier Pacheco, Secretario general de CCOO de Catalunya: "El nuevo gobierno se tendrá que ocupar del trabajo porque es la herramienta principal que tienen las personas para desarrollar su proyecto de vida. Hay que intervenir a favor de la igualdad y del reparto de la riqueza por la vía de los salarios, y por la vía de la promoción de un modelo económico sostenible, próspero y saludable."
Las manifestaciones de este 1 de mayo que han recorrido este mediodía las calles de las principales ciudades españolas, encabezadas por Madrid y Barcelona, han estado marcada por los reclamos en favor de los derechos de las mujeres, que se han ido repitiendo a lo largo de la marcha. Con permiso de la reivindicación para unos salarios más justos y la advertencia de un incremento de la conflictividad social, el movimiento feminista ha sido el auténtico protagonista de este Día del Trabajo.
CCOO y UGT exigen a la oposición que no pongan excusas para recuperar salarios y derechos perdidos por la crisis. Por otro lado, las centrales quieren que cale la idea de que la bonanza económica de la que presume el Gobierno debe trasladarse a los ciudadanos.
La lucha por conseguir la jornada laboral de ocho horas es el origen de esta festividad, en honor a la clase obrera, que se celebra en casi todos los países del mundo. La fecha se fijó durante el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional celebrado en París en 1889. La idea era rendir tributo a los Mártires de Chicago, un grupo de sindicalistas que fueron condenados en Estados Unidos por su participación en una huelga que se inició el 1 de mayo de 1886 en todo el país.
La crisis en España ha tenido un rostro muy duro en el mundo laboral. Se han perdido millones de empleos, de los que, dos años después de iniciada la mejora económica, no se han recuperado todavía ni la mitad. Este golpe también ha lastimado a los agentes que actúan en ese escenario, especialmente a los sindicatos.
Carlos Obeso: "El Primero de Mayo podría ser la excusa para discutir sobre los males de nuestro mercado laboral y para plantear reformas estructurales que fueran más allá de las contenidas en la reforma laboral, cuyos resultados están a la vista. Pero no será, entre otras razones, porque las reformas estructurales afectan a grupos de interés económicos, grandes y pequeños, celosos guardianes de sus privilegios."
En seis años de crisis muchas cosas han cambiado en los sindicatos. Las reclamaciones sindicales quedan lejos del 2007, cuando UGT y CC.OO. ponían el énfasis en subir los salarios más bajos hasta como mínimo 1.000 euros (con la campaña "Ponte a 1.000"). Ahora se centran en luchar contra la inaplicación de convenios.
Este 1 de mayo se celebra en un momento especialmente duro para el mercado laboral. Las personas con empleo ven recortados sus salarios, sus derechos laborales y sus prestaciones sociales mientras el Gobierno de Mariano Rajoy se encarga de frustrar cada día las expectativas de los más de 6,2 millones de parados al no ofrecer soluciones creíbles ni en el corto ni en el medio plazo.
CCOO y UGT logran un Primero de Mayo más masivo que de costumbre ante la avalancha de recortes sociales y las alarmantes cifras de desempleo. Los sindicatos advierten de que la posibilidad de una segunda huelga general está planteada.
El pasado 1 de mayo, la Fiesta del Trabajo, muchos dudaban si realmente había algo que celebrar. Hay dieciocho millones y medio de personas que trabajan legalmente en España, pero muchos de ellos tienen miedo a perder el empleo, a sufrir una contención salarial o a un futuro laboral incierto.