Eurocámara y Gobiernos de la UE no consiguen llegar a un acuerdo sobre la duración de la jornada laboral, abandonándose finalmente la norma que sitúa la jornada laboral máxima en 65 horas semanales.
El voto de Europa en contra de la directiva de las 65 horas de trabajo semanales debería ser también bienvenido por los británicos, sobretodo si tenemos en cuenta aspectos como los riesgos laborales asociados a una jornada excesivamente prolongada.
La ampliación de la jornada laboral a 65 horas semanales ha suscitado la polémica. Los que la defienden aseguran que el mercado laboral europeo necesita flexibilidad para ser competitivo. Sus detractores ven aún más lejos la promesa de la conciliación.
Los ministros de Empleo de la UE han aprobado la nueva directiva de tiempo de trabajo, que permite ampliar la jornada laboral máxima a 65 horas semanales, tal y como exigían los países partidarios de una mayor flexibilidad, encabezados por Reino Unido.
España considera que la nueva directiva sobre el tiempo máximo de trabajo es una "regresión". El Gobierno intentará, junto a otros seis países, corregirla durante su tramitación en la Eurocámara.
Londres ha conseguido frenar el intento de España, Francia y otros socios de poner fin a la posibilidad de exceder el límite de 48 horas a través de acuerdos individuales. El debate entre los 25 demostró la dificultad de conciliar las diferentes visiones.
Un 20% de los trabajadores del Reino Unido hace horas extra sin cobrar por ello. Sin embargo, la productividad es mucho menor respecto al resto de Europa. ¿Ha llegado el momento en que nuestros jefes aprendan a gestionar mejor el tiempo?
El gobierno inglés hace un llamamiento para acabar con una cultura del trabajo basada en jornadas interminables. En vez de eso quiere una forma más inteligente de gestionar los horarios, no tener que pasarse el día entero en la oficina.
La modificación de la directiva sobre la ordenación del tiempo de trabajo centra el debate sobre el modelo social europeo. "Hay que acabar con el opt-out que está generalizando en Europa la jornada de 60 horas", según la verde británica Jean Lambert.
Algunos países están estirando la jornada laboral más allá de lo permitido. La Comisión Europea quiere dar marcha atrás, pero Reino Unido y Alemania apuestan por el opting-out, la posibilidad de trabajar más horas si el empleado da su bendición.
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