Peter Drucker es sin duda uno de los mayores gurús de la gestión empresarial en el siglo XX. Y sus enseñanzas, dicen los autores de este libro colectivo, siguen vigentes medio siglo después. ¿Cuál es nuestra misión? ¿Quién es nuestro cliente? ¿Qué valora? ¿Cuáles son nuestros resultados? Y, ¿cuál es nuestro plan? Preguntas decisivas porque, como decía Drucker, la autoevaluación es la primera acción que requiere el liderazgo, pues conduce a la acción y fuerza a la organización a enfocarse en su objetivo.
La nueva clase empresarial eclosiona en el escenario después de la batalla, en la hora de la autenticidad (cinco millones de parados). De ahí la necesidad de destacar que economía, ética y estética se dan la mano en figuras como la de Peter Drucker. Recientemente, un grupo de seguidores del economista y humanista vienés ha fundado en Barcelona la tercera Drucker Society europea.
Esta obra recuenta la experiencia de William A. Cohen como alumno y amigo de Drucker. Cohen comparte muchas de las enseñanzas que jamás aparecieron en sus numerosos libros y artículos, pues Drucker sólo las expuso en clase o en reuniones informales.