La pandemia de la Covid-19 ha provocado un aumento considerable en el número de bajas por enfermedad, según se expone en un informe publicado por la compañía de Recursos Humanos Adecco. Además, en este mismo estudio también se explica que la caída de la actividad por las restricciones ha derivado en un descenso brusco de las horas extraordinarias.
Desde la implementación del registro de jornada en España han caído hasta el 10,4% el número de horas extras trabajadas y el 23,7% las horas extras no pagadas, según la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre de 2019. Sin embargo, patronales y sindicatos señalan que el frenazo de la economía pesa más que el efecto de la nueva normativa.
Transcurridos más de cuatro meses desde la entrada en vigor de la polémica norma que obliga a las empresas a registrar la jornada de sus empleados, todavía es pronto para conocer a fondo el resultado de su aplicación o el negocio que supone la implantación de los sistemas de control, pero datos del INE indican que en el primer semestre de 2019 el descenso de las horas extraordinarias, respecto a las efectuadas en el mismo periodo de 2018, se ha situado en el 11,6%.
Las entidades asociadas a CECA, vinculadas por el convenio colectivo de cajas y entidades financieras de ahorro, llegaron el jueves por la tarde a un acuerdo para el cumplimiento de la obligación de registrar la jornada laboral combinando la “variedad y flexibilidad”. El acuerdo conlleva que los propios empleados registren su jornada y que se desaconsejen las horas extraordinarias, que solo se podrán realizar con permiso de la entidad.
Casi cuatro meses después de que entrase en vigor la obligación, las empresas siguen sin definir sus métodos para registrar la entrada y salida de los empleados. De hecho, siguen existiendo dudas relacionadas con si la pausa para el café cuenta o no como tiempo de trabajo. Eso sí, las horas extra se han reducido.
En esta unidad exploramos las nuevas obligaciones legislativas referentes al registro horario contenidas en el Real Decreto-ley 8/2019, de 8 de marzo. La ley, que entró en vigor el 12 de mayo de 2019, hará aflorar muchas horas extras no retribuidas, según sus partidarios. En cambio, sus detractores creen que implica volver a un sistema anticuado de control que va contra las últimas tendencias en flexibilidad.
Japón es el país del mundo en el que la gente duerme menos horas. Además, los nipones son los que hacen más horas extras y únicamente cogen de media nueve días de vacaciones pagadas al año, la mitad de lo que les corresponde. En ese contexto, el Gobierno mantiene una cruzada para limitar el tiempo de trabajo y mejorar la productividad.
El 12 de mayo de 2019 finaliza el plazo fijado para que todas las empresas lleven un registro obligatorio de la jornada laboral de su personal. Esta obligación de llevar un registro horario de entrada y salida del trabajador/a es para todos los tipos de contrato y con independencia de aspectos relacionados con la flexibilidad horaria.
Hasta hace unos días, cuando la normativa del registro horario no contaba con ningún tipo de pauta que arrojase algo de luz sobre tanta sombra, la categoría de la alta dirección era una de las que más dudas e incertidumbre generaban a las compañías. Hoy, después de que Trabajo haya publicado su guía sobre el real decreto, la situación parece haberse resuelto en la mayoría de supuestos: la alta dirección, según los expertos, queda exenta del registro de jornada.
La obligatoriedad de llevar un registro de jornada sobre los trabajadores arranca con dudas entre los empresarios y los propios empleados sobre su aplicación práctica y las consecuencias que puede tener. Los abogados especializados en derecho laboral responden en este artículo a las principales cuestiones vinculadas con este sistema de control.
Cada semana se realizan 6,45 millones de horas extra, y el 43,8% se quedan sin remunerar. La industria es el sector donde se hacen más horas extra (1,1 millones de horas a la semana, seguida del comercio y la hostelería), pero también uno de los sectores donde más se acaban pagando. El sector financiero y de seguros, las actividades profesionales y la enseñanza es donde menos se cobran.
La entrada en vigor del real decreto que obliga a las compañías a registrar diariamente la jornada de sus trabajadores suscita la preocupación de las empresas. Este cambio en la legislación permitirá controlar la entrada y salida de los empleados, que pueden ser sancionados incluso por trabajar de más. De hecho, la justicia admite sancionar si el tiempo extra daña a la empresa.
¿Cómo tendrán que adaptarse empresas y trabajadores al nuevo mercado laboral? Sagardoy Abogados ha elaborado una guía para Expansión sobre los efectos de la nueva legislación. Aquí, algunas de las consecuencias más relevantes. ¿Qué obligaciones establece el nuevo Real Decreto-ley en materia de registro de la jornada laboral? ¿Cuándo entra en vigor la obligación?
Algunas nuevas medidas laborales que vienen cambiarán el escenario profesional. Adaptarse al registro obligatorio de entrada y salida en el trabajo supone aceptar la vuelta de un sistema decimonónico de control y gestión que generará más 'presentismo' y que va contra los nuevos modelos de actividad, la productividad, la flexibilidad laboral, la meritocracia y la consecución de resultados.
Los gigantes del software ven una oportunidad especial entre las empresas de menos de 100 trabajadores, que deberán hacer frente a la obligatoriedad de registrar los horarios de sus plantillas antes del 12 de mayo. Algunas de las compañías que se estan preparando para aprovechar esta oportunidad de negocio son SAP, Sage, Meta4, Oracle, Salesforce, Wolters Kluwer y Exact Software.
El Ejecutivo aprueba un decreto con la normativa para el registro de jornada laboral con el fin de combatir la precariedad. Se trata de una medida que el Ejecutivo ya contemplaba en la contrarreforma laboral que estaba preparando y que no ha podido sacar adelante. Desde el Gobierno se señala que la flexibilidad no justificará el incumplimiento de la normativa sobre jornada máxima y horas extraordinarias.
El abogado general de la Unión Europea contradice al Supremo y dice que las empresas deben computar diariamente las horas de trabajo. En este sentido, uno de los aspectos que más preocupa a las empresas es que la futura regulación sea lo suficientemente flexible como para que tengan cabida todas las situaciones en las que se trabaja ahora gracias a la digitalización.
Salvador Sabrià: "El abuso de las horas extras no solo perjudica a los trabajadores que se ven obligados a realizarlas, sino que además hurta una parte del empleo que podrían ocupar otras personas, y es una estafa al conjunto de la sociedad: no tributan ni cotizan los salarios que la empresa debería haber abonado."
Jesús Lahera, Profesor de Derecho del Trabajo (UCM) y consultor de Abdón Pedrajas&Molero: "El problema de fondo de este tipo de propuesta es que continúan concibiendo el trabajo por cuenta ajena como una presencia de horas laborales en un espacio físico, más propio del siglo XIX, cuando las formas de trabajar del siglo XXI han derivado en una menor importancia presencial y una mayor incidencia de los objetivos y resultados marcados en un contrato de trabajo".
El Pleno del Congreso debate si tramita la modificación del Estatuto de los Trabajadores para obligar a las empresas a registrar la jornada laboral de sus empleados y evitar así el trabajo extraordinario no remunerado.
Josep Conesa, Socio Director Jurídico de Conesa Legal: "Las últimas sentencias de la Audiencia Nacional apuntan a que, muy pronto, las empresas tendrán la obligación de implantar un sistema de registro de la jornada laboral para posibilitar la comprobación de si se están cumpliendo los horarios pactados con el empleado."
Los inspectores exigen a las empresas que registren la jornada diaria de sus trabajadores, tras dos sentencias de la Audiencia Nacional que así lo reclaman. Los expertos alertan de la complicación técnica y económica de establecer sistemas para que los trabajadores 'fichen'.
Las altas tasas de paro no son el único desajuste grave del mercado laboral. España encabeza, junto a Grecia y Portugal, el preocupante ranking de asalariados a tiempo parcial que querrían tener una jornada más amplia. Según los expertos, la fórmula indeseada de trabajo por horas tiene que ver con un marco normativo que limita la creación de empleo y con la opción de los empresarios por minimizar los costes a través de contratos a tiempo parcial, más baratos y más "flexibles" con las condiciones de trabajo.
Bajo el nombre de presentismo nos referimos al conjunto de actitudes y prácticas que suponen la dedicación de una parte significativa de la jornada laboral a actividades que no tienen ninguna relación con las tareas propias del puesto de trabajo. En un sentido médico, también hablamos de presentismo cuando la persona va al trabajo enferma o no plenamente recuperada de una incapacidad temporal (IT). Podríamos hablar de un tipo de absentismo presencial cuyo impacto es más difícil de medir que el del absentismo y supone un importante coste oculto.
Los smartphones de empresa han reducido la separación entre la vida laboral y la vida personal y el tema también plantea cuestiones legales.
El tiempo es toda una arma laboral en manos de ciertas personas. Se ofrecen voluntarias para cualquier cosa a cualquier hora en cualquier lugar, más allá de horarios y convenios, para aparentar o recordar su importancia en el trabajo. Y el trabajo siempre no para de darles oportunidades para ello.
La inspección ha detectado durante el año 2014 irregularidades en las horas extraordinarias realizadas en más del 60% de los trabajadores a los que ha realizado controles, según informó la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, en el Pleno del Congreso.
España es uno de los países de la Unión Europea donde es más difícil poder conciliar la vida laboral y familiar, según ha mostrado un estudio presentado esta semana. España es, junto a Portugal, el país de la UE15 que menos dinero destina a la familia. Otro dato: en lo que se refiere a las prestaciones familiares por persona y año, España destina 309 euros, mientras que la media de la Unión Europea es de 560.
Un español trabaja 300 horas más al año que un alemán, según datos de la OCDE. Sin embargo, los alemanes son famosos por su eficiencia y productividad, mientras que las malas lenguas suelen tachar a los españoles de vagos.“El tema de trabajar más no significa nada”, avisa la coordinadora académica del Máster en Dirección de Recursos Humanos de la UPF Barcelona School of Management, Yolanda Portolés.
El sindicato calcula que en 2013 se realizaron en España 11.561.538 horas ilegales cada semana, que hubieran dado empleo al 93% de quienes lo perdieron ese mismo año. Esto significa que en lugar de haberse destruido 351.545 empleos en 2013, sólo se habrían perdido 24.708 puestos de trabajo.