Entrevista de El Periódico a Viktoria Lindner, consejera delegada (CEO) de Done Training: "El ‘employer branding’ es lo principal. No es solo tener un sitio web sofisticado. También es tener una cultura y una estrategia detrás: definir los principales valores y ceñirse a ellos en cada proceso y trabajar con objetivos y buena gestión de expectativas. Es imprescindible un buen liderazgo, ser un visionario e inspirar a los empleados."
En un momento en el que el trabajo para toda la vida tiene los días contados, existen compañías que están orgullosas de la fidelidad de sus empleados. La formación y la meritocracia son las claves para la permanencia de estos profesionales que, tras más de una década en la misma empresa, mantienen intacta la motivación que les animó a formar parte de una organización en la que han hecho carrera.
Hoy en día, hemos pasado de poner el foco en la figura del líder a hacerlo en el seguidor o follower. Nos hemos dado cuenta de que estar al tanto de la "lógica del seguidor" o followerología nos abre un campo de posibilidades para acercarnos a él y establecer una buena conexión. Si queremos triunfar en el mundo empresarial, hay que tener claro que la "FIdelidad del FAn (FIFA) es la que manda y demanda originalidad, coherencia, conexión, diversión e innovación.
Los directivos utilizan técnicas narrativas para persuadir a su plantilla y a la sociedad. Contar una historia para tener éxito es uno de los elementos en auge dentro de las empresas. El frenético ritmo de vida y la hiperconexión con la tecnología han disminuido la capacidad de atención humana a niveles históricamente bajos en la sociedad occidental.
La tecnología se ha convertido en una palanca para impulsar la flexibilidad y aumentar de este modo el nivel de compromiso y motivación de los empleados. La revolución digital ha propiciado muchos cambios a todos los niveles, por ello las empresas deben aprovecharla para facilitar las tareas a sus trabajadores.
Está teniendo lugar una revolución silenciosa dentro de las empresas, y Recursos Humanos debe reaccionar. Aunque las empresas entienden claramente los beneficios de tener una plantilla involucrada, el problema es que muchas de ellas sencillamente no tienen la capacidad de medir el 'engagement' con algún instrumento mínimamente sofisticado.
Algunos podrían pensar que la conocida “guerra por el talento” ha disminuido en los últimos años, pero la realidad es que sigue siendo todavía un gran problema ahora renovado con otras dimensiones demográficas y económicas a tener en cuenta. Human Resource Executive Online nos habla de la realidad actual de Estados Unidos donde el paro se ha reducido a la mitad desde 2009 y se roza el pleno empleo, pero puede que en pocos años se viva una situación parecida en el mercado laboral español.
Como dijo Maya Angelou, "la gente olvidará lo que le dijiste, también olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará lo que le hiciste sentir." Trabajar en la experiencia del empleado es casi un imperativo de negocio. Los clientes te ven a través de los comportamientos de tus empleados, por ello si estos están comprometidos tus clientes se comprometerán contigo también.
El libro ‘Disrupting Unemployment’, coescrito por Vinton Cerf, uno de los padres de Internet, propone utilizar la tecnología y la innovación para crear empleo y mejorar la satisfacción laboral de las personas. Su reto es iluminar con fundado optimismo la relación entre innovación tecnológica y empleo, una relación en la que otros sólo ven sombras de automatización, exclusión e incertidumbre.
Hemos dejado de lado la economía de los servicios y nos encontramos sumergidos en la economía de la experiencia, donde la búsqueda de un sentido para lo que hacemos cobra toda la importancia. Para crear un vínculo entre la empresa y los empleados, clientes y demás públicos es necesario dotar de un sentido real a la experiencia, apartar los ‘cómos’ para dar paso a los ‘porqués’. Juan Serrano, Profesor del IESE y colaborador de la Fundació Factor Humà, nos cuenta en una interesante conferencia TED impartida en Liubliana, capital de Eslovenia, por qué en la actualidad las organizaciones no logran fomentar el compromiso con sus públicos.
Junto con la gestión integral del talento, el engagement es el foco principal de la función de RH ya que se manifiesta como un activo cada vez más escaso, pero, a su vez, como la piedra angular de la ventaja competitiva de cualquier organización. ¿Cómo definir una estrategia de compromiso laboral y cómo convertirla en un factor diferencial de nuestra compañía? ¿Cuáles son las variables facilitadoras? ¿Cuáles son los beneficios empresariales de la gestión óptima del compromiso?
A la hora de elegir una empresa, los candidatos valoran, además de la remuneración económica, el proyecto, el tipo de compañía o la estabilidad. Las empresas quieren trabajadores que sean innovadores y generen valor, incluso de otros sectores. Muchos profesionales quieren cambiar de empresa por la escasa motivación de su firma durante la crisis.
Con motivo del VII Premio Factor Humà Mercè Sala, los miembros del Consejo Asesor de la Fundació han publicado conjuntamente un artículo en La Vanguardia sobre qué debe hacer la dirección empresarial para fomentar el compromiso en las organizaciones. Los autores: Salvador Alemany, Núria Basi, Victòria Camps, Manel del Castillo y Josep Santacreu.
No hay equipos de alto rendimiento sin personas muy comprometidas con un proyecto. Desarrollar eficacia y compromiso son las claves para tener equipos de éxito, aunque muchas empresas tienen todavía la asignatura pendiente de crear un vínculo emocional con el empleado.
Sólo un 35% de los trabajadores manifiesta sentirse "altamente comprometidos" con su empresa. Los mandos intermedios acostumbran a fallar en la gestión de la gente bajo su responsabilidad, lo que provoca una pérdida de confianza por parte de los trabajadores.
La mitad de los empleados encuestados por Gallup en los últimos años asegura no saber qué se espera de ellos. Y si no saben cuál es el contenido de su puesto y mucho menos su nivel de contribución a los resultados, ¿a qué se dedican y qué hacen día tras día? Y, sobre todo, ¿qué implicaciones tiene esto para la compañía?
Motivación, sentido de pertenencia, fidelización… Las empresas buscan trabajadores identificados con sus valores. En época de crisis, con salarios contenidos y pérdida de poder adquisitivo, las compañías están poniendo en marcha alternativas complementarias a un buen sistema de retribución. Se busca paliar la insatisfacción laboral y motivar a la plantilla, con el fin de crear sentido de pertenencia.
¿Condiciona el tamaño de la empresa las relaciones que se generan entre sus empleados y esta? Según un reciente estudio sí. Y es que a menor tamaño de la organización existe un mayor compromiso y una mayor lealtad por parte de sus miembros.
Tomar medidas para mejorar la satisfacción del usuario resulta clave para impulsar el crecimiento del negocio. Según un informe sobre la madurez de la experiencia de cliente en España, la inversión en esta materia se traduce en unas mayores ventas, menor tasa de abandono y mayor nivel de recomendación.
Por comodidad, seguridad, miedo al cambio, rutina o pereza. Cualquier excusa vale para justificar que cuatro de cada diez españoles cualificados llevan más de una década en su empresa. Según un informe de Randstad, esta fidelidad que demuestran choca de frente con la situación actual en la que la relación media entre empleador y empleado a duras penas llega a un lustro.
Las empresas quieren que sus empleados se sientan orgullosos de su puesto, de su trabajo y de la organización. Así lo demuestran siete de las diez prácticas ganadoras de los Premios E&E a la Innovación en Recursos Humanos, que ponen de manifiesto que hacer marca para fidelizar a sus profesionales no depende de una gran inversión, sino de iniciativas que despierten el interés y la creatividad de su plantilla.
Mantener al talento de su compañía aunque le cueste mucho dinero... Es una decisión que puede tener consecuencias en el clima laboral, en la imagen externa y también estratégicamente, si decide desprenderse de quien cobra demasiado y este se va a la competencia.
Un 35% de los españoles lleva más de diez años en su actual puesto de trabajo, según un estudio de Randstad. Aunque este porcentaje tiende a descender, los empleados españoles muestran una fidelidad a su empresa muy por encima de la media, en tiempos en los que la relación media entre empleador y empleado a duras penas llega a cinco años.
La lealtad de los empleados hacia las empresas cambia, pero algunas como Nestlé, Siemens, Bayer o REE tienen plantillas con una antigüedad superior a los diez años. La formación, la comunicación, la movilidad horizontal e internacional y los planes específicos de promoción profesional son algunos de sus secretos para mantener esta fidelidad.