Sube la obligación de hacer fijos a los temporales y varias cláusulas de la negociación colectiva reflejan mejores condiciones.
El preacuerdo incluye una mejora fija en torno al 2% y una parte variable del 1% ligada a la marcha de la empresa. El texto recomienda un salario mínimo en convenio de 14.000 euros anuales pero evita impulsar cláusulas de revisión.
Los sindicatos y CEOE barajan salarios de entrada de 1.000 euros al mes y 14 pagas en 2020. Además, también hay más de 611.000 trabajadores que ya han pactado para 2018 un incremento retributivo de más del 2% para este año. Las recomendaciones que ahora pacten patronal y sindicatos, tendrán por tanto mayores efectos en 2019 y 2020.
Las huelgas repuntaron con fuerza en 2017. Los días perdidos por paros subieron casi el 53% el año pasado, y llegaron a 595.253; en ellas participaron 225.687 trabajadores, un 23,2% más. Este aumento se produce después del mínimo tocado el año anterior y devuelve la máxima expresión del conflicto laboral a los niveles de 2014 y 2013, respectivamente.
La negociación de una nueva reforma laboral va tomando forma. Los contactos mantenidos hasta ahora entre el Ministerio de Empleo, los sindicatos y las patronales se centran en las fórmulas para reducir la elevada precariedad del mercado de trabajo y, especialmente, en un nuevo contrato temporal que equipara la indemnización por despido con los 20 días de los empleos fijos en un periodo de tres años.
Jesús Lahera, Profesor de Derecho del Trabajo de la Complutense y Consultor de Abdón Pedrajas & Molero: "El debate político y mediático de los últimos años sobre la reforma laboral española no ha escapado tampoco a la posverdad: la 'información que no se basa en hechos objetivos sino que apela a emociones, creencias o deseos'."
Los sindicatos y los empresarios en el archipiélago mediterráneo, más la Consejería de Empleo, firmaron el Acuerdo por el empleo de calidad en la hostelería. El punto estrella recoge un acuerdo por el que los sueldos subirán un 5% en 2018, un 5% en 2019, un 3,5% en 2020 y un 3,5% en 2021.
La reforma laboral está impidiendo que los convenios colectivos vuelvan a ser una palanca para el incremento del consumo y del crecimiento. Ha llegado el momento de repartir la riqueza. La mejora de la economía tiene que llegar necesariamente a los salarios. Sólo así podrá empezar a recuperarse el poder adquisitivo perdido en los últimos seis años y consolidarse el crecimiento del consumo y la creación de empleo.
Al hilo de los recientes contactos entre el presidente del Gobierno y los agentes sociales y las controversias surgidas en torno a la normativa laboral conviene detenerse y reflexionar sobre el documento La nueva ordenación legal consensuada del trabajo y la relaciones laborales, elaborado por la Fundación para la Investigación sobre el Derecho y la Empresa (FIDE) que acaba de ver la luz. A lo largo de 55 puntos el documento realiza varias propuestas y posibles cambios en la normativa laboral para la presente legislatura, dejando abiertas las soluciones para la negociación entre las fuerzas sociales y políticas en materia, principalmente, de contratación, negociación colectiva, despido y representatividad y legitimación.
El presidente del Instituto Internacional Cuatrecasas, Salvador del Rey, ha pedido este martes una mayor definición legislativa y "claridad" normativa para los despidos objetivos de trabajadores por falta de adaptación a las nuevas tecnologías, así como periodos de prueba de un año para los contratos indefinidos y descausalizar el empleo temporal.
La patronal y los sindicatos han firmado el AIC que servirá de guía en la negociación de los convenios colectivos hasta el 31 de diciembre 2017. Este documento establece orientaciones, recomendaciones y desarrolla materias como la ultraactividad, la flexibilidad, los criterios salariales y sistemas retributivos o la responsabilidad social.
El Acuerdo Interprofesional de Cataluña 2015-2017, que tienen previsto firmar a finales de noviembre sindicatos y patronales, aboga por intensificar la flexibilidad laboral en las empresas y defiende una mejora de los salarios similar a la pactada en el conjunto de España (1,5% en 2016), pero condicionada a la marcha de cada empresa y sector y fijada en función del consumo interno, la productividad y la competitividad.
A juicio de Federico Durán, el mercado laboral español debe hacer frente con urgencia a dos grandes problemas: el del empleo y el de la seguridad jurídica de las actividades empresariales. Una forma de enfrentar estos problemas, y otros de menor relevancia, sería la elaboración de un nuevo Estatuto de los Trabajadores. El actual ha sido modificado en numerosas ocasiones pero, aun así, recoge algunas regulaciones que han quedado obsoletas.
Andrés Sánchez de Apellániz, secretario general de Confemetal: "En España es sorprendente e injusto que el grado de cobertura de los convenios colectivos sea del 75% –el 62% es la media de la Unión Europea– mientras que el porcentaje de afiliación sindical y empresarial es muy exiguo."
Patronal y sindicatos han firmado el pacto salarial por el que los sueldos subirán un 1% este año y un 1,5% el que viene. Ambas partes lo han situado como un acuerdo "pegado a la realidad", y el mejor instrumento de confianza para los agentes económicos, mercados financieros y la sociedad en general.
Los despidos colectivos, la reducción de sueldos y la prórroga indefinida de los convenios han sido los puntos más afectados por las decisiones judiciales, que están moldeando el texto aprobado hace 3 años. La ley, que perseguía poner fin a los litigios, ha acabado por aumentarlos.
El Tribunal Supremo se ha convertido en protagonista frente a la puesta en marcha de la reforma laboral al generar duros fallos contra la nueva norma y anular más de 25 Expedientes de Regulación de Empleo. El Alto Tribunal ha decidido que sigan vigentes las condiciones laborales pactadas en los convenios antiguos y caducados, mientras no sean sustituidas por uno nuevo pactado por la empresa y los trabajadores.
La Sala de lo Social del Tribunal Supremo ha declarado discriminatorio el convenio colectivo de una empresa de 1.089 trabajadores que excluyó a los nuevos empleados del periodo remunerado de 30 minutos de descanso para el bocadillo alegando razones económicas. Este derecho se mantenía para el resto de trabajadores.
El 12 de febrero de 2012 el Gobierno aprobó la reforma laboral más controvertida de los últimos años. Al día siguiente, el ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró que esa reforma tendría “efectos positivos a medio plazo”. Pero ¿qué pasaría en el corto? La mayoría de los expertos coincidieron entonces en que la reforma abarataba y facilitaba los despidos, sobre todo los colectivos, y daba más poder al empresario y menos a los jueces.
Los tribunales rebaten con frecuencia la modificación del mercado de trabajo que ha hecho el Gobierno. Los especialistas señalan que la batalla tiene dos frentes fundamentales: la regulación de los despidos colectivos y de los cambios de las condiciones de trabajo, y el final de la prórroga indefinida de los convenios.
Según el balance anual de conflictividad laboral elaborado por la patronal CEOE ha habido un número creciente de huelgas por año desde el inicio de la crisis económica. Sin embargo, las horas de trabajo perdidas en 2013 son inferiores a las perdidas desde el año 2003. Es decir que, a pesar de haber más huelgas, duran mucho menos.
El 2014 podría ser el último año de ajuste salarial. Pero habrá que pelearlo. Los sindicatos CCOO y UGT piden a la patronal CEOE y al Gobierno que reinviertan las ganancias y moderen los precios. El Ejecutivo presiona para prorrogar el acuerdo de moderación de rentas más allá del 2015.
Las cúpulas patronales y sindicales deberán sentarse a negociar la renovación del II Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva que vence a fin de año. Según el análisis de una muestra de 62 acuerdos publicados en el BOE a finales de 2013, se observa que la mayoría siguen garantizando la moderación salarial más allá de 2014.
Los mecanismos de flexibilidad interna que introdujo la reforma laboral de 2012 están permitiendo que las grandes empresas españolas se descuelguen de los convenios colectivos y bajadas de sueldo de un 10% de media, según la tercera entrega del 'Observatorio de Seguimiento de la Reforma Laboral', que elaboran la Fundación Sagardoy, el Club de la Excelencia en Sostenibilidad y Adecco.
El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, considera que a pesar de que los resultados indican el comienzo de la salida de la recesión, la mejora de la economía española no se logrará si los salarios no inician una senda de recuperación. Pide también complicidad a la patronal para renovar convenios.
Las modificaciones legislativas introducidas hace un año y medio por la reforma laboral modifican la forma de negociar de los convenios llevando al incremento de sueldos menor en 13 años, un 0,6%. A cerca de 160.000 trabajadores se les han modificado las condiciones laborales debido a la reforma.
El nuevo convenio de Mercadona contempla, entre otras cosas, que todos los trabajadores de la organización deberán cobrar como mínimo 1.260 euros al mes. Según el Director de la División Laboral de Mercadona, Francisco Aparicio, las medidas del nuevo plan apuestan por la creación de empleo estable, la formación continua y una mayor conciliación de la vida familiar y laboral.
Según los últimos datos sobre la marcha de la negociación colectiva hasta el mes de octubre, el incremento salarial medio que se está pactando en los convenios de este año está muy por debajo del negociado el año anterior. Esta devaluación interna se está cebando especialmente con los mandos intermedios, que ganan un 3% menos, mientras que los directores ganan un 7% más.
La economía española discurre desde hace dos años por la senda de la devaluación interna, que, en este caso, es sinónimo de devaluación salarial y pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores. Un tercio de todos los convenios sectoriales registrados este año y el 60% de los acuerdos firmados por las empresas dejan a los trabajadores sin subida de sueldo.
Carlos Obeso, Profesor del Departamento de Dirección de Personas y Organización de Esade: "Desde hace una década muchos países europeos han ido descentralizando sus estructuras de negociación. Concluir que estas tendencias a lo que apuntan es a un mercado no regulado entre empresas, y que esa es la senda correcta para crear empleo, es un error que los países mas competitivos de Europa no cometen."