Las nuevas legislaciones ampliarán el número de empresas obligadas a trabajar un plan de igualdad y a medir su brecha salarial. Sin duda un avance. Aunque limitado y lento si estas iniciativas no son aprovechadas por las organizaciones como una oportunidad para mirarse al espejo, reconocer sus carencias y aprender a incorporar la perspectiva de género en la Gestión de Personas.
Cada vez más organizaciones deciden abordar la diversidad de identidades de género como una posibilidad de favorecer su progreso, antes que un reto que dificulta el cumplimiento de objetivos. Pero, ¿qué pueden hacer las empresas para gestionar la pluralidad? En un reportaje del programa Valor Afegit, que se emite en Televisió de Catalunya, se presentan casos de compañías con prácticas inclusivas como Telefónica, Barcelona Serveis Municipals e Idealista.
"Cuanto más aprendía sobre nuestras respectivas generaciones, más me daba cuenta de que no confiamos suficientemente los unos en los otros para compartir nuestra sabiduría". Así lo afirma en una reciente charla TED el emprendedor Chip Conley. El Fundador de la cadena de hoteles y restaurantes Joie de Vivre Hospitality cree que, en una sociedad envejecida, es importante gestionar correctamente la diversidad generacional y convertirla en una ventaja competitiva.
El número de empresas que integran a personas con trastornos de salud mental es creciente en Cataluña. Sus actividades van desde la producción de alimentos hasta la formación laboral. La Fageda o Ampans son casos conocidos pero no únicos de organizaciones que procuran la integración de estas personas en el mercado laboral. En un capítulo reciente del programa de TV3 Valor Afegit se presentan otras iniciativas de éxito como L’Olivera y la Fundació Formació i Treball.
“No es el envejecimiento lo que nos provoca el miedo de hacernos mayores, es la discriminación que ello implica.” La escritora y activista Ashton Applewhite reflexionaba en una charla TED realizada recientemente en Vancouver sobre el extendido fenómeno del "edadismo": la discriminación por motivos de edad que congrega una serie de estereotipos negativos y aceptados socialmente sobre el hecho de envejecer, tanto en el ámbito personal como en el laboral.
Un tema que está preocupando a las organizaciones es saber cómo capturar y transferir el conocimiento de las personas que están a punto de jubilarse. Dicha preocupación se concentra en mayor medida, aunque no únicamente, en nuestras administraciones públicas donde la falta de renovación de personas sitúa la media actual de edad por encima de los cincuenta años. Este factor hace temer la descapitalización de conocimiento experto que comportará la pérdida masiva de profesionales debido a la finalización de su relación laboral.
Estamos ante unos de los momentos más emocionantes de este siglo: en los próximos tres años se va a producir un gran impacto en el liderazgo de las compañías motivado por el acceso de los millennials a puestos de responsabilidad. ¿Cuáles crees que serán las consecuencias para las empresas? ¿Y para las personas?
Mientras que los trabajadores con más edad disfrutan a menudo de estabilidad laboral y de salarios más elevados, los más jóvenes sufren el paro y la precariedad laboral más que nadie. Un reportaje reciente del programa de Televisió de Catalunya Valor Afegit nos habla de esta dualidad del mercado laboral, la gran asignatura pendiente para resolver en una futura reforma del Estatuto de los Trabajadores.
El pasado 28 de octubre, en el marco del III Espacio Factor Humà, tuve la suerte de asistir a una ponencia de la Dra. Berbel: "¿Qué es y que no es innovar desde la diversidad?". Según explicó, las políticas de diversidad provienen del lema de la Ilustración "todas las personas son iguales", así cuando sólo todas las personas son iguales es posible hacer una política de diversidad. Entendiendo la igualdad como igualdad de oportunidades, no como el antónimo de diferencia.
La Fundació ha colaborado con La Vanguardia en un artículo que sostiene que el aumento de la edad media de las plantillas exige un replanteamiento del papel de los séniors en la empresa. Han colaborado en su elaboración Pau Juste, Vicegerente de Recursos Humanos de la UPF; Laura Rosillo, consultora en creación de comunidades y redes internas; y Anna Fornés, Directora de la Fundació Factor Humà.
Este nuevo órgano está formado por un grupo de expertos/as y empresas que tendrá como objetivo investigar y trabajar para mejorar la gestión de las empresas catalanas en materias de igualdad y de no discriminación. Son representantes de distintos sectores empresariales, así como agentes institucionales, sindicales, económicos y asociativos.
La Fundació, junto con más de 50 empresas y instituciones catalanas, se ha sumado a esta iniciativa impulsada por la Fundación para la Diversidad. El Charter es una red de organizaciones de toda la Unión Europea que luchan contra la discriminación.