La pandemia de la Covid-19 ha provocado un aumento considerable en el número de bajas por enfermedad, según se expone en un informe publicado por la compañía de Recursos Humanos Adecco. Además, en este mismo estudio también se explica que la caída de la actividad por las restricciones ha derivado en un descenso brusco de las horas extraordinarias.
La crisis del coronavirus ha hecho que la ciudadanía ponga más en valor la importante labor de las y los profesionales del ámbito sanitario. Pero no son los únicos que realizan un trabajo esencial para garantizar el bienestar de la sociedad. En el programa Planta Baixa de TV3, presentado por Ricard Ustrell, se ponía hace pocos días el foco en otro colectivo: los trabajadores y las trabajadoras de los supermercados, que realizan un trabajo imprescindible para que la sociedad siga funcionando en plena cuarentena.
El coronavirus ha provocado un auge del teletrabajo en todo el mundo, lo cual tiene repercusiones también sobre la salud de los trabajadores. Las largas horas ante los ordenadores portátiles, la inmovilidad y los espacios laborales improvisados agravan los problemas musculoesqueléticos, siendo esta la mayor causa de absentismo laboral.
El brote de coronavirus está teniendo consecuencias no solo para la salud de la ciudadanía, sino también para las organizaciones empresariales y el conjunto de la economía. Con el objetivo de hacer frente a la situación, la legislación prevé una série de medidas que las compañías pueden adoptar si la producción se ve afectada, como es el caso de la reducción de la jornada de los empleados o incluso el despido.
El ministerio de Yolanda Díaz argumenta dos posibles discriminaciones hacia los discapacitados y hacia las mujeres para eliminar el despido por acumulación de bajas médicas justificadas, conocido como despido por absentismo. Sin embargo, reconoce que la derogación de dicho artículo del Estatuto de los Trabajadores no tendrá efectos significativos sobre el conjunto de la economía.
El artículo 52.d del Estatuto de los Trabajadores permite despedir a los empleados que falten más de un 20% de sus días laborales en dos meses consecutivos o al menos un 5% en los 12 meses anteriores, aunque dispongan de un justificante médico. Los perfiles de trabajadores más afectados por este tipo de despido son teleoperadoras, personal de edad avanzada y delegados sindicales.
Mens sana in ‘corporate’ sano es la adaptación del famoso aforismo latino que propone este artículo de The Economist. Existen muchas evidencias científicas que demuestran que una mayor actividad física conduce a una mejor salud física y mental. Si eso lo llevamos al terreno laboral, el ejercicio promovido desde las organizaciones puede llevar además a mejores resultados económicos.
El Tribunal Constitucional ha avalado recientemente el despido de una trabajadora por absentismo laboral. El fallo califica de legal el despido objetivo, con la indemnización correspondiente, de un empleado que falte el 20% o más de días laborables al trabajo de forma justificada durante dos meses.
La consultora de recursos humanos Randstad destaca en un informe que cada día en España más de 873.000 personas de promedio no acudieron a su puesto de trabajo en el tercer trimestre del 2018, y de éstas, casi 234.000 personas faltaron pese a no estar de baja, mientras que alrededor de 640.000 se ausentaron por una incapacidad temporal.
Un problema creciente para las empresas es el absentismo. Para resolverlo, MC Mutual ha creado un portal online que contiene información y recursos prácticos. Este portal se dirige a los responsables de recursos humanos de las empresas con el fin de ayudarles a gestionar las ausencias laborales y a planificar mejor las reincorporaciones para evitar futuras recaídas.
El dinero que destina la Seguridad Social a prestaciones durante la baja laboral de los afiliados se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para los gestores del sistema público. Hace apenas unos días, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, aseguró en el Congreso que pretendían cambiar “la dinámica de crecimiento” de la incapacidad temporal que, después de caer con fuerza durante la crisis, no ha dejado de aumentar desde el 2014.
Adelantar el horario de salida y dar flexibilidad a los empleados para disponer de su tiempo permite reducir el absentismo y la rotación de personal en la empresa. Sin embargo, los españoles trabajan más horas que los ciudadanos de otros países europeos y tienen un horario de salida más tardío, lo cual tiene como consecuencia un mayor estrés físico y psicológico.
La tendencia al alza del absentismo laboral está empezando a ser preocupante. Las horas perdidas por bajas suben casi un 50% durante la crisis y llegan a una media de 4,99 al mes por empleado. Los expertos recomiendan mejorar el clima en las empresas para aumentar la implicación de las plantillas.
En la actualidad, el 59% de los trabajadores en España sufre algún tipo de estrés en el trabajo. Es un dato de un informe, elaborado por el equipo de psicólogos especialistas en el área empresarial de la Fundación Salud y Persona, que proporciona las claves para crear un entorno de trabajo saludable, en un contexto en el que la ansiedad y la depresión serán en 2020 las principales causas de baja laboral en el mundo.
Las firmas españolas apenas se interesan por la nutrición de los empleados a pesar de lo importante que es para el rendimiento. Según la OIT, comer mal puede disminuir hasta en un 30% la productividad laboral. Una alimentación insuficiente o inadecuada puede provocar hipoglucemias y afectar a la concentración. Aumenta el riesgo de obesidad, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes, depresión y otras afecciones con gran impacto en el absentismo.
Según un informe realizado por expertos en la depresión en el ámbito del trabajo, a causa de la crisis laboral, del miedo a ser despedido y de la precarización del empleo, ha surgido una nueva dimensión de este trastorno. Por eso las compañías deben tener previstos planes de actuación para identificar los síntomas y combatirlos, así como contar con los profesionales adecuados.
UGT cree que la falta de prevención en las empresas y el miedo a perder el puesto de trabajo están facilitando que las enfermedades profesionales aumenten cada año y que a su vez se produzca una "infradeclaración" de las mismas.
A partir de datos de investigaciones propias y haciendo uso de su extensa red de corresponsales, Financial Times ofrece una serie de artículos que abordan la cuestión de la salud laboral desde distintas perspectivas: el presentismo, la salud mental, los programas de incentivos, los usos alimentarios, el diseño de los espacios y las nuevas tecnologías de monitorización.
Las bajas laborales por enfermedad común superarán este año los 4,5 millones, un 15% más que en 2015, y se sitúan ya en los niveles previos a la crisis. Desde las mutuas se alerta de la importancia de controlar las bajas por incapacidad temporal ya que están perjudicando fuertemente las frágiles cuentas de la Seguridad Social.
Las bajas laborales y las ausencias de trabajadores en las empresas que causan han superado ya las cifras anteriores al inicio de la crisis. Las bajas de trabajadores suben un 10,6% de enero a septiembre. Los costes derivados de las ausencias se elevan a unos 8.000 millones.
A pesar de que cada euro invertido en promoción de la salud revierte en hasta 4,8 € de beneficio, las cifras del absentismo laboral ponen de manifiesto una realidad con importantes lagunas de gestión, con una media de horas perdidas por trabajador de 194, un coste anual de 479 € y mensual de 40 €. La adecuada actuación en materia de PRL es no sólo una vía importante para hacer una contribución neta a la cuenta de resultados sino también para ayudar a crear un branding de compañía responsable y enfocada a la excelencia ante todos sus stakeholders.
El paradigma laboral ha cambiado: ahora muchos enfermos se resisten a dejar de trabajar por temor a perder el empleo mientras que antes insistían en coger la baja. La crisis ha sido la que ha traido este miedo a ser despedido por coger la baja, llegando incluso a descuidar la propia salud.
Los procesos de bajas laborales equivalieron el año pasado a que 760.000 trabajadores -cinco de cada cien- faltaron todo el año a su puesto. La primera causa del crecimiento del absentismo es que la recuperación económica está creando más empleo y, por tanto, hay más trabajadores ocupados, susceptibles de caer en baja laboral.
Los directivos atribuyen un 33% del absentismo a la desmotivación y al clima laboral en las empresas. Las condiciones de trabajo explicarían el 18% de las ausencias de los empleados; la falta de motivación, el 10%, la falta de claridad en los objetivos exigidos, un 3%, y el clima laboral, otro 2%, según los resultados de un estudio.
Inventamos falsos pretextos por motivos de conciliación familiar, pero también personal, pues algunas jornadas laborales conllevan la ausencia de tiempo para el ocio. Estas excusas son un indicativo de que los horarios establecidos en España nos impiden conciliar y de la falta de flexibilidad de las empresas.
Seis años cobrando "sin realizar tarea alguna y sin acudir al puesto de trabajo". Esta ha sido la trayectoria laboral de un empleado público de Cádiz que ha puesto en evidencia una sentencia judicial que condena al ingeniero, ya jubilado, a devolver casi 30.000 euros al Ayuntamiento por salarios percibidos de forma indebida.
Las bajas por enfermedad aumentan cuatro veces más deprisa que el número de cotizantes en el último año. Un 1% de los trabajadores causa el 16% de los procesos de baja en las empresas. Es importante que la dirección general se implique y comunique las consecuencias del absentismo a la plantilla así como crear sistemas organizativos para gestionarlo.
Bajo el nombre de presentismo nos referimos al conjunto de actitudes y prácticas que suponen la dedicación de una parte significativa de la jornada laboral a actividades que no tienen ninguna relación con las tareas propias del puesto de trabajo. En un sentido médico, también hablamos de presentismo cuando la persona va al trabajo enferma o no plenamente recuperada de una incapacidad temporal (IT). Podríamos hablar de un tipo de absentismo presencial cuyo impacto es más difícil de medir que el del absentismo y supone un importante coste oculto.
Ir pedaleando a la oficina reduce el riesgo de sufrir enfermedades crónicas además de que puede disminuir en un 25% el absentismo laboral. En otros países europeos se premia a las empresas que fomentan esta forma de transporte.
La crisis ha reducido el volumen de bajas laborales, sobre todo en el sector privado, en el que el miedo a perder el empleo ha pesado más que la insatisfacción provocada por los recortes en el sector público, donde en cambio el puesto está garantizado. La industría y la hostelería son los sectores de la actividad privada donde se han producido más recortes del absentismo.