En un contexto como el actual es más difícil que nunca pedir un aumento de sueldo. ¿Cuál es el paso esencial que debes dar antes de realizar esta petición? Conocer la situación en la que se encuentra la organización, lo que te permitirá tener unas expectativas realistas. Si la piscina no tiene agua, lo más prudente es no tirarse. Si la empresa es solvente, puede ser un paso adelante aunque conserves el mismo salario.
¿Cómo se puede ganar en equidad salarial? El primer paso es visibilizar los datos relativos a los salarios con el fin de detectar diferencias entre lo que cobran los hombres y las mujeres. Para lograrlo, el registro salarial o las auditorias se han convertido en medidas obligatorias para un número creciente de empresas. Estas requieren importantes esfuerzos por parte de las organizaciones, pero directivos de países pioneros en transparencia para combatir la brecha de género ya reconocen que las medidas fijadas por ley son beneficiosas y no muy costosas.
Las políticas retributivas se enfrentan a un oxímoron: contención vs. compromiso. Las circunstancias obligan a limitar las expectativas salariales ante un ejercicio incierto que, sin embargo, es imprescindible afrontar con el esfuerzo individual y colectivo del lado de la empresa. Es hora de pensar en la compensación con perspectiva creativa, poniendo en valor conceptos como la transparencia, la flexibilidad y el reconocimiento.
El pasado mes de octubre se aprobó el reglamento sobre igualdad retributiva entre hombres y mujeres, en el cual consta la obligatoriedad de elaborar un registro salarial a toda la plantilla con el objetivo de reducir la brecha salarial de género. Este registro de sueldos exigirá a las empresas un importante esfuerzo para justificar pluses y complementos.
Todos los expertos apuntan a que la futura Ley de Igualdad verá la luz antes de que finalice el año 2020. El texto del borrador conocido hasta la fecha sume a las empresas en un complejo procedimiento que genera no pocas dudas respecto a su correcto cumplimiento. En el Webinar “Igualdad: La normativa que viene”, recogimos una buena muestra de ellas, a las que ahora damos cumplida respuesta.
El Consejo de Ministros aprueba un decreto contra la brecha salarial entre hombres y mujeres y otro sobre planes de igualdad en los centros de trabajo, que se prevé que entren en vigor en abril de 2021. A partir de entonces, se considerará que la falta de registro salarial es un indicio de discriminación retributiva. Así pues, las empresas deberán demostrar la ausencia de brecha de género en caso de denuncia.
Los rebrotes de los casos de coronavirus en España obligan al Gobierno y a las Comunidades Autónomas a plantear nuevas medidas restrictivas, algunas de las cuales afectan a la actividad empresarial. Pero, ¿qué se hará para ayudar a las organizaciones a hacer frente a la compleja situación? Se habilita un nuevo ajuste por fuerza mayor: el ERTE de rebrote.
Un estudio de Comisiones Obreras (CCOO) y la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) destaca el miedo de los asalariados en el contexto laboral. El 75,6% está preocupado por no encontrar trabajo si pierde el actual, mientras que el 69,7% de los encuestados manifiesta sentir preocupación por una posible reducción de su salario.
Los planes estratégicos de principios de año se han quedado en nada a cuenta del Covid-19 y ahora las organizaciones están trabajando con premisas de plazos inciertos que obligan a replantear las políticas de compensación y beneficios asociados a los objetivos que ya no se van a cumplir. En un reciente ORHWebinar PeopleMatters y CESZINKIN abordaron esta materia, dando respuestas a las principales preguntas que formularon los asistentes.
Agustí Sala, periodista de El Periódico: "Puede suceder, y, de hecho está empezando a suceder, que los hijos vivan peor que los padres o vayan camino de ello. Y eso inquieta porque rompe el principio básico de ganar terreno en lugar de perderlo con los cambios generacionales. Ese es el principal efecto de lo que conocemos como precarización del mercado laboral."
Esade propone el modelo Mankiw, una especie de préstamos rápidos a corto plazo que se devolverán con impuestos proporcionales a la pérdida de ingresos del trabajador.
El impacto de la pandemia del coronavirus en la cuenta de resultados de las organizaciones va a ser muy relevante, tanto a corto como a medio plazo. Es por eso que las compañías rediseñan su política de compensación. Según la consultora PeopleMatters, el 60% de las organizaciones congelarán los salarios y la mitad rebajarán los incentivos.
Antón Costas, Catedrático de Política Económica (UB): "Si la economía de mercado no puede garantizar un empleo con un ingreso para todos, es necesario que algún otro actor lo garantice. El candidato más evidente es el Estado pero hay otro actor: el tercer sector, la sociedad organizada en comunidades diversas. Mercado, Estado y comunidad son los tres pilares de la prosperidad en la economía de mercado en la que vivimos."
Nuevas voces en países con un estado del bienestar débil defienden la instauración de un ingreso universal ante las dificultades económicas que pueden ocasionar los aislamientos, las cuarentenas y las suspensiones temporales de contrato adoptadas como medidas de contención de la epidemia del coronavirus.
El grupo ha agradecido el compromiso de sus trabajadores con la empresa y su contribución a los resultados obtenidos con el reparto de más de 11 millones de euros de "extras" entre su plantilla de España.
El trabajo a tiempo parcial explica la práctica totalidad del aumento del empleo en 22 de las economías más desarrolladas del mundo, según la consultora McKinsey. Sin embargo, habitualmente la modalidad de trabajo a tiempo parcial es más precaria que el trabajo a tiempo completo, lo cual tiene como resultado un estancamiento persistente de los sueldos.
El salario no tiene por qué ser el punto más importante para un candidato a la hora de aceptar un trabajo. Se tienen en cuenta otros factores, como el hecho de que el trabajo se adapte a las capacidades del propio empleado ("Job Crafting"). IMF Business School ha encontrado 7 claves para diseñar el puesto que mejor se adapte al empleado: flexibilidad, motivaciones, reforzar el compromiso, fortalezas y debilidades, obligaciones, relaciones laborales y percepción del trabajo.
La semana de cuatro días o la reducción de la jornada diaria pueden parecer un camino difícil de transitar para un empresario. Pero, ¿es productiva una persona trabajando 8 horas al día y cinco días a la semana? ¿Tuvo lugar algún cataclismo cuando en 1976 se decretó que las vacaciones pasaban de 7 a 21 días? ¿O cuando en 1983 se oficializó que el descanso vacacional debía ser de 30 días?
Según un estudio de la consultora ICSA Grupo y Eada, la brecha salarial entre los directivos y los mandos intermedios y empleados rasos se ensancha, pese a la subida del salario mínimo interprofesional. Esto se explica porque el año pasado los directivos vieron como su salario creció hasta un 4,6%, mientras que el salario de los mandos medios únicamente incrementó en un 3,43% y el de los empleados en un 1,89%.
El 47% de los trabajadores se siente desmotivado en su empresa actual, según el informe Guía del mercado laboral 2019 elaborado por la consultora Hays. La cuestión guarda una fuerte relación con el salario que percibe cada empleado por las tareas que realiza para la compañía: quienes perciben una renta mayor también están más estimulados en su puesto.
¿Qué pasaría si las personas que se encuentran en la parte baja de la escala salarial tuvieran la oportunidad de participar en planes de compensación flexible como los de los directivos? Financial Times recoge la experiencia de la multinacional anglo-holandesa Unilever, donde han puesto en marcha varios experimentos de personalización retributiva entre empleados de varios niveles.
Elaborada por el Club de Excelencia en Sostenibilidad y Sagardoy Abogados, esta guía constituye una herramienta de ayuda para realizar un diagnóstico interno con respecto a la diferencia retributiva que pudiese existir entre géneros en las organizaciones. Su principal objetivo consiste en evidenciar la magnitud del contraste salarial entre géneros y proponer una serie de cálculos para revelar los factores que pueden ser considerados como los mayores causantes de la brecha salarial.
Los expertos apuntan que los nuevos modelos no deben ser trajes a medida, pero sí más flexibles. No consiste en adaptarse al milímetro a las peticiones de cada trabajador, sino en ofrecer paquetes lo suficientemente completos y variados como para que cada uno pueda encontrar el que más de amolde a su momento vital.
Un nuevo estudio demuestra que los managers son útiles y necesarios, pero también que pueden jugar a su favor mediante las estrategias de compensación que se les ofrece en la empresa. Así se expone en este artículo de The Economist, dónde se plantea cuál es la contribución real de los directivos a las organizaciones y la percepción que tienen de ello sus colaboradores.
Telefónica apuesta por la igualdad de oportunidades y se marca como nuevo objetivo estratégico vinculado a la igualdad de género alcanzar el 30% de mujeres en la dirección en 2020. De este modo, la empresa se suma al número creciente de multinacionales que vinculan el bonus directivo al ascenso al poder de la mujer.
Los trabajadores tienen derecho a solicitar una adaptación de la jornada laboral, sin reducció de horas ni salario, para conciliar la vida familiar y laboral, tal y como lo demuestran algunas sentencias que penalizan a las compañías por no valorar la petición del empleado. Sin embargo, las organizaciones no están obligadas a aceptarla.
Entrevista de "La Contra" de La Vanguardia a John Griffith, pacificador de conflictos en empresas: "La mayoría de empresas, jefes y empleados ignoran las normas de higiene corporativa: dar las gracias; reconocer el esfuerzo de cada persona en el equipo; contar con cada uno para intentar mejorar juntos; implicar a todos en el esfuerzo colectivo; darles un objetivo común; reconocerles sus méritos siempre...".
Los jóvenes españoles aún se ven afectados por las consecuencias de la crisis económica. Hoy en día, obtienen rentas salariales anuales menores que las de los jóvenes de hace una década. Otro dato que demuestra que las nuevas generaciones tienen dificultades derivadas de las deficiencias del mercado laboral tiene que ver con el hecho de que los que tienen estudios bajos ganan lo mismo que percibían los jóvenes de su edad a finales de los años 90.
España es la tercera gran economía del mundo, sólo por detrás de Hong Kong y Singapur, donde los empleados más importancia dan a la conciliación a la hora de buscar y mantenerse en un puesto, una variable sólo superada por la cuantía del salario y otros beneficios retributivos.
Hace trece años atrás pusieron en marcha su primer plan para eliminar la desigualdad de género. Ellas ocupan hoy uno de cada cinco puestos en la dirección y en la gestión.