La vuelta a la oficina tras el confinamiento provocado por la pandemia de coronavirus debe ser segura. Es por eso que se proponen algunas medidas con el fin de minimizar el riesgo de contagio en los espacios de trabajo, que tienen que ver con el uso de mascarillas, los encuentros sociales y los protocolos claros y bien comunicados.
La pandemia ha cambiado los espacios de trabajo a los que muchos regresan en septiembre. La mayoría de las compañías apuesta por un modelo mixto presencial y de teletrabajo y optan por aplicar medidas como la entrada y salida escalonada del personal, la eliminación de sistemas de identificación que implican contacto, la toma de temperatura y la obligación de usar la mascarilla, entre otras.
El coronavirus ha producido cambios significativos en el entorno laboral. Entro ellos la llegada del teletrabajo masivo. Sin embargo, son muchas las organizaciones que poco a poco van volviendo a trabajar desde las oficinas. En este contexto es probable que los trabajadores se planteen algunas preguntas: ¿Cuál es el lugar más seguro de la planta? ¿Cómo le digo a alguien que prefiero que no me dé la mano? ¿Como solo o acompañado?
La pandemia del coronavirus ha obligado a millones de trabajadores a realizar su actividad en remoto. No todos los empleados cuentan con las condiciones idóneas para trabajar de manera continuada desde sus hogares y, por eso, los expertos de MC Mutual recomiendan seguir algunas pautas que ayuden a prevenir problemas musculares.
La pandemia del coronavirus ha obligado a teletrabajar a todas las empresas que pueden hacerlo. Pero ¿cuáles son los planes de futuro? Los expertos prevén que se reducirá la capacidad de las oficinas entre un 30% y un 50% y el regreso de los empleados se compaginará durante meses con el teletrabajo.
Las cantinas corporativas son una fuente inagotable de disputas entre las corporaciones y sus empleados, que en algunos casos han llegado incluso a los tribunales. Estos llevan resolviendo casos vinculados a los comedores de las compañías años, viendo problemas que van desde la propia existencia del espacio para que los empleados almuercen hasta la composición de los platos del menú.
Los nuevos 'coworkings' son ahora el referente en diseño de oficinas, puesto que son espacios que favorecen la comunicación y la colaboración gracias a amplias zonas open space, compensadas con otros espacios donde conseguir mayor concentración y privacidad. Atrás quedaron los toboganes y futbolines de empresas como Google.
Xavier Marcet, Presidente de la consultora Lead to Change: "Los espacios son la infraestructura de la cultura. Siempre que una empresa cambia sus espacios desafía su cultura. Los espacios, las agendas y las reuniones son las transversalidades que marcan una cultura. Los espacios denotan la forma de crear las oportunidades y la forma de concretar las operaciones. Hablan de la cultura y de las personas."
A muchos empleados no les gusta trabajar en oficinas abiertas y creen que les hace menos eficaces. Pero, ¿por qué muchas empresas continúan apostando por ellas? Fast Company expone en tono crítico que, según varios estudios, las personas que trabajan en oficinas abiertas cogen casi dos tercios más de bajas y transmiten mayor infelicidad, más estrés y menos productividad que las personas que trabajan en entornos de mayor privacidad.
Cuando BBVA se trasladó a su nueva sede, prescindió de los despachos asignados, de forma que solo el presidente mantuvo el suyo. La idea era –y es– que todos los trabajadores desempeñen su labor codo con codo, al margen de categorías profesionales. En otras empresas, el cambio esencial ha sido reunir sin interrupciones físicas o visuales a grupos de trabajo que estaban compartimentados o a personas que disponían de pequeños cubículos.
La fórmula del 'emparejamiento simbiótico' une a profesionales que se complementan en sus puntos débiles y fuertes. Así mejoran su trabajo, pero estos equipos deben actualizarse continuamente. No obstante, existe una desventaja potencial de la proximidad física cuando hay personas tóxicas en el lugar de trabajo.
Borja Basa, Director General de Corporate Solutions de JLL: "Las oficinas se convertirán en centros de creación de valor donde los empleados y los expertos externos se reunirán para crear y colaborar."
Casi desde que la empresa es empresa, los directivos han tenido un despacho. Hasta ahora. Con cada vez mayor recurrencia, las empresas más grandes están optando a un diseño de oficinas abiertas, sin paredes ni sitios fijos, y también, sin despachos para los máximos responsables.
Los nuevos espacios de trabajo son tendencias recientes en la organización de los entornos laborales que tienen el objetivo de superar algunas de las carencias de los modelos tradicionales. La estrecha vinculación de la organización de estos espacios con las nuevas tecnologías de la información y con las nuevas formas de trabajo flexible hace que algunas personas expertas hablen de la Oficina 3.0 o del nework.
Muchas personas hacen del viaje su forma de vida y trabajan a través de Internet. Se les conoce como nómadas digitales y suelen pasar pocos meses en cada destino, intentando captar la forma de vida local. Barcelona comienza a aparecer en la lista de destinos más solicitados por los que comparten este estilo de vida.
Los centros de 'coworking' viven una época de consolidación tras la burbuja de hace dos años y fomentan un nuevo modo de trabajar. En estos centros los profesionales no solo pagan por el espacio que ocupan sino que se relacionan en él con otros y colaboran, intercambiando ideas.
Uno pasaba largas horas y días atado a la pata de la mesa de la oficina hasta que llegaba ese esperado mes de dolce far niente en el que se dedicaba a no hacer prácticamente nada. Olvídate. Una nueva tendencia aúna viajes, networking y espacios compartidos de trabajo.
Llega el coworking corporativo: las compañías contarán en sus instalaciones con una zona de trabajo abierto donde compartan espacio al mismo tiempo empleados internos, colaboradores externos o incluso trabajadores de otras firmas. El Campus Google en Madrid será el precursor en España de un modelo que triunfa en EE.UU.
La AED edita una guía con recomendaciones para fomentar la empleabilidad de los dirigentes. Hemos pasado de un trabajo "para toda la vida" a un trabajo "por proyectos" y los jóvenes ya lo saben.
El tercer sector emplea en España a más de medio millón de trabajadores remunerados. Un directivo de una oenegé suele cobrar entre un 30% y un 40% menos que el de una empresa privada. Para la mayoría de puestos se requieren profesionales con experiencia y formación específica.
Las universidades, centros de investigación y hospitales catalanes se posicionan por encima de la media en producción científica, pero entre ellos destacan el Hospital Clínic de Barcelona y el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi y Sunyer, que se equiparan a los 25 primeros hospitales del mundo.