Fastfood, fastcompany…Servicio básico: la rapidez. Objetivo: no perder tiempo.
La prisa quizás no es un rasgo nacional norteamericano, pero la verdad es que son los reyes en este tipo de argumentación donde lo importante es no parar, hacer muchas cosas en el mínimo espacio de tiempo posible.
Y nosotros quizás nos dejamos contagiar de esta rapidez por su, admitámoslo, capacidad de pragmatismo y eficacia. Aunque la calidad en el resultado final del producto o servicio, en muchas ocasiones, resulte afectada.
La web fastcompany.com es un buen ejemplo de mentalidad esquemática, de cultura de la rapidez, con múltiples inputs de información diversa que no tienen porque estar relacionados entre sí o, al menos, no de una manera directa. Es el resultado de la cultura del videojuego, o viceversa, donde las películas, los libros, los anuncios, los juegos y también los hechos en la vida real cada vez tienen que ser más rápidos, tienen que suceder muchas cosas en poco tiempo y, además, ser cosas atractivas, atrayentes y, ¿por qué no? casi estridentes.
Fastcompany es un compendio de información variada. En una primera ojeada parece un catálogo bien hecho de venta por Internet; un sitio donde desde el primer momento ya te hacen saber que allí podrás encontrar de todo. Lo busques o no.
¿Quizás aquí está la trampa? Si lo que quieres es encontrar una información puntual y la quieres encontrar rápidamente, ¿no puede ser que distraiga más todo este volumen de información presentada muy atractivamente y te acabes enredando consultando el blog interesantísimo de esta web?
Claro está, quizás éste es el cebo; los contenidos de la web están diseñados para que la consulta sea rápida, pero es una página muy golosa y te quedas enganchado. La rapidez se esfuma. La pérdida de tiempo crece. O quizás no porque el cebo es siempre un cebo pero la sensación que tienes cuando consultas las diferentes páginas de esta web no es de pérdida de tiempo sino de adquisición de conocimiento.
Toda en inglés y dirigida al público norteamericano, pone a disposición de todos aquellos que lo quieran, una revista mensual con las historias y el análisis de las organizaciones más competentes a escala mundial entre otros artículos que versan sobre todos los aspectos que puedan estar de alguna manera relacionados con una organización sea del ámbito que sea.
La web, repleta de pequeños anuncios, facilita un directorio de empresas, un blog muy activo, monográficos diversos y, dentro de cada artículo, decenas de enlaces relacionados con el tema tratado en el mismo.
Todo es presentado de manera próxima, fácil, divertida incluso. Mucha información fácil de digerir, nada confusa, a veces con poca profundidad de análisis...
Precisamente por el hecho de parecer tan sencilla y accesible se puede ver el enorme trabajo en la elaboración de todos los contenidos que hay detrás.
Acceso a Fast Company: http://www.fastcompany.com