La estadística nos puede ser muy útil para comprender el mundo que nos rodea y tomar decisiones, según argumenta el economista y comunicador Tim Harford en su nuevo libro. Y es que, a día de hoy, los datos son imprescindibles. Nos proporcionan una información detallada, nos muestran nuevos enfoques y nos ayudan a comprender la realidad. Sin embargo, es necesario ser críticos a la hora de interpretarlos. No podemos creerlos a ciegas, sin preguntarnos nada. Es por eso que cobra tanta importancia la curiosidad.
Vivimos en la era de la información, a menudo transformada en un exceso de ruido en el que es difícil dilucidar qué hay de cierto en todo. Ahora bien, no todo está perdido. La estadística nos puede ser muy útil para comprender el mundo que nos rodea y tomar decisiones, según argumenta el economista y comunicador Tim Harford en su libro 10 reglas para comprender el mundo: cómo los números pueden explicar (y mejorar) lo que sucede (Conecta, 2020). El autor admite que las estadísticas no son perfectas, pero defiende que el mundo no es mejor sin ellas, y que han servido incluso para marcar un antes y después en la historia, como en un caso que detalla en las primeras páginas del libro: recurriendo a la estadística, los investigadores británicos Richard Doll y Austin Bradford Hill descubrieron en la década de 1950 que en un fumador habitual se multiplican por 16 las posibilidades de sufrir cáncer de pulmón.
Harford concreta cómo la industria del tabaco intentó desacreditar aquel estudio poniendo en duda sus conclusiones, mediante técnicas que hoy en día forman parte de muchos ámbitos, incluso de la política. Al mismo tiempo, la mayoría estamos apegados a nuestros instintos más viscerales respecto a nuestras opiniones. Esto puede verse en aspectos como el cambio climático o la pandemia del coronavirus. Pese a las múltiples evidencias, hay quien puede seguir instalado en la idea de que todo es mentira. Harford estaba escribiendo el libro cuando estalló la pandemia en marzo del 2020, y cita que el epidemiólogo John Ioannidis escribió en ese momento que la Covid-19 "podría ser el fracaso del siglo". Se estudiará con el tiempo su alcance -al principio, los políticos entorpecieron la transmisión libre de estadísticas claras, ejemplifica- y quizás nunca sabremos qué habría cambiado de haber sido avisados un par de semanas antes del daño que estaba apunto de llegar. Ante esto, reivindica que "el caso de la Covid-19 nos recuerda lo desesperada que puede ser una situación cuando carecemos de estadísticas".
El autor se arma de muchos argumentos a favor del uso de las estadísticas, sin renunciar tampoco a tener un espíritu crítico a la hora de interpretarlas. "Es nuestra única oportunidad real de abrirnos paso en la crisis del coronavirus o, desde una perspectiva más amplia, de comprender el complejo mundo en el que vivimos. Pero esta herramienta es inútil si nos limitamos al desprecio automático de cualquier estadística que no nos guste. No debemos ser crédulos, por supuesto, pero el antídoto de la credulidad no es no creer en nada, sino tener confianza en sopesar la información con curiosidad y un escepticismo saludable", reflexiona. Añade que "es fácil mentir con las estadísticas, pero es más fácil mentir sin ellas", hasta el punto de que está convencido de que, "sin estadísticas, es imposible explicar la verdad". Resalta su utilidad también para observar tendencias que, de otra forma, serían "demasiado sutiles, indiscernibles", y más en un mundo global formado por cerca de 8.000 millones de personas.
Harford es profesor en el Nuffield College de Oxford, columnista del Financial Times y presenta el programa More or Less de la BBC Radio 4, con el que disecciona los números de las noticias y de la vida. Con el libro, da herramientas para ayudar "a enfrentarse con sensatez a la estadística", y no sólo eso, según avanza al principio: "También tendré que ayudarte a enfrentarte con sensatez a ti mismo". Mirar adentro es clave, puesto que solemos encontrar formas de rechazar evidencias que no nos gustan, y al contrario: cuando las pruebas parecen confirmar nuestros prejuicios es menos probable que nos esforcemos en detectar defectos.
En cada capítulo desgrana uno de los "diez mandamientos estadísticos", reglas básicas o hábitos mentales que Harford ha adquirido con el tiempo para aplicarlos ante una afirmación estadística, y lo acompaña de múltiples casos, algunos muy sonados (ofrece, por ejemplo, un profundo análisis tras un titular que apareció en The Guardian en enero del 2014, según el cual, "Oxfam: las 85 personas más ricas del mundo tienen tanto dinero como la mitad más pobre de la población mundial"). La primera regla es detenernos por un segundo ante cada estadística y prestar atención a nuestra reacción emocional, en vez de aceptarla o rechazarla en función de lo que nos hace sentir.
A continuación, es conveniente mirar los datos con perspectiva, fijarnos en si realmente hemos comprendido bien lo que describen, verificar de dónde provienen, compararlos con otras fuentes y preguntarnos quién o qué puede faltar. El autor también ve esencial indagar sobre los algoritmos y las bases de datos, de los que advierte que sin transparencia no son dignos de confianza, así como prestar más atención a las estadísticas oficiales (no obvia los casos de políticos que han maquinado para esconderlas o tergiversarlas, ni se olvida de los estadísticos "heroicos" que han llegado a pagar un alto precio por protegerlas). También da herramientas para interpretar la plasmación gráfica de los datos (y cuando así se intentan disimular sus carencias) y, por último, argumenta a favor de mantener una mente abierta para poder ser capaz de admitir que el mundo puede haber cambiado respecto a nuestras convicciones.
En cualquier caso, el autor admite que diez reglas básicas pueden ser demasiadas, así que culmina el libro con un punto común, y que considera una regla de oro. "Sé curioso. No te quedes en la superficie, pregunta", propone. Para Harford, podemos comprender el mundo si lo observamos con la ayuda de las estadísticas, y podemos -y debemos- ser capaces de confiar en las cifras que nos den la respuesta a preguntas importantes. Ahora bien, no a ciegas ni sin preguntarnos, y en este punto es donde entra en juego la poderosa virtud de la curiosidad.
Jordi Bes Lozano
factorhuma.org
ISBN 978-84-16883-94-7
Libro en castellano