Libros

Nuestro catálogo te permitirá identificar novedades editoriales y, mediante nuestro buscador, todos aquellos recursos bibliográficos que te puedan interesar sobre cualquier asunto de RH

Dieta digitalLa incapacidad para desconectar ya no sólo afecta a altos ejecutivos estresados, sino que es una maldición del mundo moderno que también influye en niños, adolescentes y adultos. En este libro veremos quiénes son, de dónde surgen y qué ganan con todo esto los gurús de las redes sociales y de las nuevas tecnologías.

 

Artículo Contra el rebaño digital, en La Vanguardia, 24/02/2013.


Las redes sociales han revolucionado la vida. Facebook, Twitter, YouTube, Tuenti y tantas otras han transformado radicalmente la manera de consumir información y, también, la forma en la que la compartimos. Pero, recuerda Jordi Romañach, las aportaciones de estas nuevas tecnologías pueden ser tanto una oportunidad como una amenaza para nuestras vidas según como las utilicemos. De hecho, afirma, puede ser que necesitemos ya una Dieta digital, y ese título le ha dado a un libro en el que insta a levantar la vista de la pantalla y a recuperar el control de la vida.

Romañach, jefe de prensa y comunicación de El Corte Inglés en Catalunya, diplomado en publicidad y máster en información económica, quiere con Dieta digital “ceder un espacio confortable a los que normalmente no tienen protagonismo en el debate digital: los escépticos”. Gente que, dice, aprovecha la amplia variedad de oportunidades que brota del mundo virtual, pero no está dispuesta a interesarse por las redes sociales, pese a la indignación que cause entre sus fieles feligreses.

Porque si bien el autor tiene claro que Skype o el comercio electrónico han hecho mejor nuestra vida, que internet es uno de los grandes avances de la humanidad, también cree que la necesidad autoimpuesta de estar conectado permanentemente no tiene sentido ni aporta valor. Y aunque admite que las redes sociales pueden llegar a otorgar más poder al ciudadano, también entiende que en muchas, muchísimas ocasiones, son un multiplicador de banalidad ociosa e intrascendente, de individualismo ególatra y exhibicionismo.

Y además la mayoría de los fieles de esas redes son acríticos con los jefes de esa rebaño digital. Con los dueños de empresas como Google, Facebook o Yahoo, que usan paraísos fiscales para evitar pagar impuestos. Empresas presididas casi siempre, y no es casualidad, por hombres jóvenes como Mark Zuckerberg, Dustin Moskovitz o Sergey Brin, que son los nuevos ricos del mundo 2.0 y que mientras instigan a que la gente exhiba sin pudor su vida las 24 horas del día, acostumbran a ser celosos de su intimidad. Zuckerberg, recuerda Romañach, no anticipó ni difundió su boda en Facebook a los 14 millones de amigos que tiene.

En cualquier caso, estas redes, esos espacios eternamente adolescentes de riesgo supuestamente controlado donde más que vivir la vida la gente prefiere entusiasmarse con la proyección de esta hacia el exterior, han colonizado el tiempo de muchas personas. Y llevan al autor a preguntarse cómo se estructurarán las relaciones personales en el futuro. Y, sobre todo, cómo vivirán y se emocionarán las generaciones que hoy estudian primaria y secundaria cuando sean adultos.

Porque, recuerda, algunos estudios muestran ya que hablamos más rápido y escuchamos menos que las generaciones anteriores. Y la superficialidad de los conocimientos y el uso constante de ayudas electrónicas para realizar las tareas cotidianas provocan menor complejidad en las conexiones neuronales, lo que puede abrir el camino a las enfermedades degenerativas. Ya hay informes que advierten de reducciones de entre el 10% y el 20% del área responsable de procesar el habla, el control motriz, la memoria y las emociones en personas experimentadas en internet. Y a eso se le suma que la multitarea provoca una disminución del nivel de concentración, de modo que cualquier aspecto vital que requiere atención e interés continuado se puede convertir en una carga insoportable.

En ese sentido, dice, la mayor ayuda para las nuevas generaciones es otorgarles la posibilidad de estudiar concentrados, sin multitareas, y aconsejarles relaciones personales auténticas frente a la vanidad, ligereza y narcisismo de las redes sociales, una superficialidad que será además un valor añadido cuando estas logren convertir a sus millones de usuarios en clientes. Quizá, concluye Romañach, las redes sociales son útiles para conversar y hacer negocio –muchas veces negocio con la información personal de los usuarios–, pero menos útiles para comunicar de verdad.

 

Romañach, Jordi. "Dieta digital". Plataforma Editorial, 2013. ISBN 978-84-15750-31-4

Libro en castellano.

Suscríbete gratuitamente a nuestros boletines

Recibe noticias e ideas en Recursos Humanos.
Suscripción

Utilizamos cookies para ofrecer a nuestras visitas una mejor experiencia de navegación por nuestra web.
Si continúas navegando, consideramos que aceptas su utilización.