Aunque la promesa de la Web 2.0 ha recibido mucho bombo durante los últimos años, ha sido difícil medir su impacto –si lo tenía- en el lugar de trabajo.
Según McKinsey, la consultora multinacional, esto está empezando a cambiar, como muestra en un estudio reciente a partir de algunas métricas que respaldan muchas de las hasta ahora anecdóticas historias de éxito del 2.0.
Para los no iniciados, las tecnologías Web 2.0 se centran en la colaboración y en compartir información –dos fuerzas potencialmente poderosas dentro del mundo laboral. Sin embargo, a pesar de todo su potencial, la Web 2.0 había sido hasta ahora lenta en coger carrerilla dentro del mundo de RH.
Durante los últimos tres años McKinsey ha preguntado a 1.700 ejecutivos en todo el mundo provenientes de una “serie de industrias y áreas funcionales”, si usar la Web 2.0 marcaba una diferencia en sus organizaciones y si se podía cuantificar de algún modo.
La respuesta parece ser un rotundo “Sí”, al afirmar cerca de 7 de cada 10 que, usando las tecnologías Web 2.0, sus compañías habían logrado beneficios apreciables. Dichos beneficios van desde más productos y servicios innovadores, marketing más efectivo, mejor acceso al conocimiento, costes más bajos para hacer negocios, hasta tener ingresos más elevados.
Las organizaciones que hicieron más uso de las tecnologías reportaron incluso mayores beneficios, según How Companies Benefit from Web 2.0: Mckinsey Global Survey 2009 (“Cómo las empresas se benefician del Web 2.0: Informe Global McKinsey 2009”).
En el frente interno, tres cuartas partes de las empresas que informan de resultados cuantificables han incorporado Web 2.0 en las actividades diarias de los empleados. Y más de la mitad de dichas empresas planean incrementar sus inversiones en Web 2.0 y tecnologías de redes sociales, según el mismo estudio.
McKinsey lista las seis mejores aplicaciones Web 2.0 para los encuestados: compartir videos, blogs, RSS (Really Simple Syndication, un formato que permite suscribirse a los contenidos de varios sitios web sin la necesidad de ir a visitarlos), microblogs (Twitter es un ejemplo), redes sociales, wikis y podcasts.
El estudio informa que los beneficios de la Web 2.0 para los empleados incluyen un mejor acceso al conocimiento (para un 68%), la reducción de costes en comunicación (54%), reducción en costes de viajes (40%) y un incremento en la satisfacción del empleado (36%).
En términos de medición, las empresas que han experimentado un mejor acceso al conocimiento informan de una mejora media de un 30%, mientras las empresas que han experimentado una disminución en los costes de comunicación y viajes reportan un 20% de mejora media en cada categoría.
Los hallazgos del estudio de McKinsey no chocan a Polly Pearson, Vicepresidenta de compromiso estratégico y marca de empleo en EMC, una multinacional de almacenamiento de datos y soluciones de seguridad con sede en Hopkinton, Massachussets y con más de 30.000 empleados.
Pearson tiene experiencia de primera mano con la Web 2.0 porque EMC tiene una comunidad interna virtual donde las ideas son “recopiladas, debatidas y celebradas,” afirma.
De hecho, más de la mitad de la plantilla de EMC se ha registrado en su red colaborativa interna, denominada EMC Innovation Network y que tiene 4,5 millones páginas vistas al mes. Dentro de dicha red, se gestionan –y apoyan- más de 160 comunidades de empleados.
Ejemplos de los beneficios para los empleados citados por Pearson:
- La Web 2.0 ayuda a que la plantilla satisfaga la necesidad humana de conexión, respeto y sentido del propósito.
- Los empleados están haciendo grandes cosas por su desarrollo personal y profesional, estimulados por el modelo de comportamiento y el conjunto de aplicaciones de la Web 2.0.
- Los trabajadores están implicados en las comunidades colaborativas con temas como arte, medio ambiente, gestión, innovación, cultura, etc.
- Los usuarios de la red comparten sus preferencias en libros de gestión, restaurantes y compensaciones de la compañía, entre otros temas.
- Los empleados cada vez son más escuchados, y más rápidamente, por los directivos. Una comunidad “de reuniones en la máquina de café” recoge las aportaciones y comentarios del empleado y los traslada a un lugar donde todos pueden discutirlos y responder.
También se impulsó una Red de Innovación para la Conferencia sobre el tema que organiza anualmente EMC, donde surgieron cerca de 1.000 propuestas de “ideas rompedoras” por parte de empleados de todo el mundo y desde todas las funciones organizativas.
Las propuestas finalistas han sido seleccionadas mediante el voto en la propia plataforma 2.0 y las ganadoras recompensadas y más tarde desarrolladas, afirma Pearson.
Otra compañía tecnológica, Citrix, un proveedor de sistemas virtuales y redes con sede en Fort Lauderdale, Florida, ha tratado de incrementar la comunicación, el trabajo en equipo y el compartir, mediante el uso de herramientas internas 2.0.
Según Rich Berger, su Responsable del software de Sistemas de Información de RH, Citrix tiene foros de discusión interna, comparte información sobre formación e impulsa blogs como parte de sus herramientas de comunicación. De hecho, Berger explica que Citrix usa y abraza todas las tecnologías Web 2.0 listadas por el estudio de McKinsey.
Siendo al mismo tiempo una empresa que ofrece soluciones en “redes relacionales” y una “red conectada” en sí misma, Citrix cree en el valor de compartir y de comunicarse internamente, y por ello impulsa las tecnologías más innovadoras en sus procesos de RH. Un modo de reflejarlo dentro de la organización es mediante la plataforma de gestión de la formación que SumTotal Systems ha desarrollado para Citrix, TotalLMS. Como parte de su implementación, Citrix incorporó las redes sociales en su portal de formación para conseguir mayor número de visitas por parte de los empleados.
“La Web 2.0 está obviamente en alza,” afirma Matt Wilkinson, Responsable de experiencia del cliente de SumTotal. “Pero los resultados medibles son la clave. Lo escuchamos continuamente de los clientes, en especial de aquellos que buscan adoptar las tecnologías Web 2.0: aún les resulta complicado poder venderlo a nivel directivo.”
Wilkinson ofrece un par de estrategias para superar el escepticismo directivo. Una es hacer promoción del compromiso y la retención de los empleados.
“Los directivos entienden que el capital humano es uno de sus activos más valiosos,” afirma. “Facilitar herramientas de colaboración social se ha demostrado que conlleva compromiso, comunidad y participación.”
Otro método es ofrecer formación en parámetros que se ajusten con los requisitos empresariales. Por ejemplo, en algunos sectores, para mantener al personal formado, se puede precisar instituir un marco de colaboración en el que los empleados puedan acudir a expertos y consultar fondos documentales de mejores prácticas.
“Este conocimiento accesible, no sólo asegurará que los empleados estén conformes, sino que dará confianza a la organización de que pueden llevar el negocio a un alto nivel de eficiencia y calidad,” explica Wilkinson, añadiendo que hacer llegar a los directivos de la compañía una copia del estudio de McKinsey, también puede ser una buena idea.
Wilkinson confía en que los resultados del estudio McKinsey han dado en el blanco y que la Web 2.0 seguirá cobrando velocidad. Pero el verdadero estallido llegará cuando se implanten en mayor medida las aplicaciones 2.0 en los Smartphones, Blackberrys y demás dispositivos móviles.
“A medida que la Web 2.0 salga del ordenador personal, verás crecer el nivel de compromiso en más áreas, especialmente en sectores como el industrial y el retail, donde los empleados no tienen aún fácil acceso. Cuando esto suceda, vamos a ver el despegue real de la Web 2.0.”
Acceso a la noticia: http://www.hreonline.com/HRE/story.jsp?storyId=270696740
*Starner, Tom. “Measuring the Value of Web 2.0”. Human Resource Executive Online, 15/10/2009. (Artículo consultado on line: 21/10/2009)