“Europa necesita que sus empresarios sean apreciados no sólo por sus buenos resultados, sino también por contribuir a afrontar los desafíos sociales”, afirma el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Empresa e Industria, Günter Verheugen. La Comisión Europea presentó la semana pasada la Alianza Europea por la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), la nueva comunicación elaborada por el Ejecutivo comunitario que intenta marcar las directrices que deben seguir las compañías en materia de RSC.
El documento, aunque continuista sobre la comunicación emitida en 2002, incluye algunas medidas más concretas. La Comisión hace un llamamiento al compromiso de las empresas con el desarrollo sostenible, invitándolas a “movilizar sus recursos y capacidades” con el objetivo de promover prácticas empresariales socialmente responsables.
Colaboración
Además, incluye la apuesta por una mayor colaboración de los estados miembros; la importancia de mercados de trabajo más integrales y con mayores elementos de inclusión social; el uso más racional de los recursos naturales y la reducción de la contaminación; la mejora de la salud pública en sectores como el etiquetado y la comercialización de alimentos; la apuesta por la innovación; y un mayor respeto de los derechos humanos y el compromiso con los Objetivos del Milenio fijados por Naciones Unidas para la reducción de la pobreza mundial.
La Alianza Europea para la RSC, que quiere hacer del Viejo Continente un polo de excelencia en este ámbito, trata de incentivar a las empresas europeas a reunirse voluntariamente e intercambiar experiencias sobre las medidas que toman para promover mejores acciones para la sociedad y el desarrollo sostenible. La Comisión Europea ha destacado que la Alianza está abierta a todas las empresas europeas, independientemente de su tamaño o sector de actividad, y que no está planteada como un instrumento jurídico o compromiso legal, sino como un marco político general para las grandes compañías, pymes y otras entidades interesadas que estén desarrollando iniciativas en este campo o tengan previsto emprenderlas.
Respecto a las pymes, se ha comprometido a facilitar el intercambio de experiencias sobre cómo seguir fomentando entre ellas la responsabilidad social.
Para el vicepresidente Verheugen, “la Comisión ha optado por un planteamiento voluntario, más eficaz y menos burocrático. Puesto que la responsabilidad social debe ser una actuación voluntaria de las empresas, sólo podremos fomentarla sí colaboramos con ellas. La Alianza contribuirá a reconciliar las ambiciones económicas, sociales y medioambientales de Europa”.
Foro de expertos en España
En España, independientemente del documento de Bruselas, el Foro de Expertos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales seguirá trabajando en la elaboración de una política propia de promoción de la responsabilidad social empresarial. “Iremos diseñando nuestra propia guía, siguiendo como marco la de la Comisión”, afirmó el director general de Economía Social, del Trabajo Autónomo y del Fondo Social Europeo del Ministerio, Juan José Barrera, en una jornada organizada por la asociación Forética. Barrera destacó la necesidad de poner en marcha iniciativas que tengan como objetivo la incorporación de las pequeñas y medianas empresas a los procesos de responsabilidad social que están liderando grandes compañías. El director general acudirá a la reunión que el 15 de mayo celebrará el Grupo de Alto Nivel auspiciado por la UE y donde los Estados miembros se pronunciarán sobre esta comunicación, dentro de su proceso de aprobación. Además, el documento debe contar con una agenda de trabajo exhaustiva para analizar la progresión de la RSE en la UE, según Barrera.
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