¿Es posible para la empresa y el sindicato que representa a sus trabajadores trabajar juntos en un clima de respeto mutuo? Pamela Lawson nos da su visión como presidenta de un sindicato y trabajadora en AT&T, la multinacional de las telecomunicaciones.

Pamela Lawson lanzó esta pregunta a muchas personas y quiere responder basándose en sus propias conclusiones, educación, experiencia y convicciones. Aunque las empresas y los sindicatos puedan parecer muchas veces en conflicto, hay más similitudes entre ellas de lo que ambas partes quisieran.

La empresa quiere un mejor servicio al cliente, mayores beneficios y una fuerza de trabajo productiva con un rendimiento envidiable. El sindicato (los empleados), por su parte, quiere compartir las experiencias y recompensas por los logros de la compañía.

El sindicato no es un agente externo. Se crea a partir de líderes elegidos entre los trabajadores de la empresa. La principal diferencia entre empresa y sindicatos está en cómo quieren conseguir sus objetivos.

¿Es conveniente para los responsables de RH convencer a la empresa para que quiera trabajar con el sindicato en un clima de respeto mutuo? Si la compañía y sus empleados, algunos de los cuáles son líderes sindicales, no lo consiguen, se puede llegar al final de la empresa. Tomemos como ejemplo Eastern Airlines. La línea aérea estaba más concentrada en detener al sindicato que en trabajar junto a él. Cuando la empresa decidió no respetar a los empleados, negándose a negociar con ellos, empezó un camino descendente. Eastern Airlines quebró en 1991, tras 686 días de huelga de los trabajadores representados por la Internacional Associated Machinists.

Si una empresa y un sindicato trabajan juntos con respeto mutuo podrán ver como mejora la productividad, la habilidad de los empleados, los beneficios y el bienestar de la fuerza de trabajo. La mayoría de los dirigentes empresariales toman las decisiones estratégicas y dejan luego a Recursos Humanos y a sindicatos con la papeleta de resolver cualquier problema posterior. Este comportamiento puede tener graves consecuencias si afecta directamente a los empleados.

Wegman Food Markets Inc. es la compañía número 1 de entre las “Mejores Empresas para Trabajar” de la Lista Fortune. Sólo un 4% de sus empleados está sindicado. La empresa sigue la consigna de “Los empleados primero, los clientes después”. Wegmans cree que cuando un empleado está contento tratará mejor a los clientes. Es una cuestión de sentido común. Sólo tienen un 4% de trabajadores sindicados porque la empresa ya se encarga de valorar y atender las necesidades de los empleados. La mayor parte de las empresas no se comportan del mismo modo y es ahí dónde los sindicatos tienen un papel más importante que desempeñar.

Como se vio en los casos de Enron y Worldcom, las necesidades de los empleados son muchas veces olvidadas. Otra razón por la cuál Wegmans trata bien a sus empleados es porque su propiedad es particular y no cotiza en Bolsa. Wall Street presiona muchas veces a las empresas para que reduzcan los beneficios de sus empleados como una manera más de mejorar los resultados financieros.

Los sindicatos son comparables a la policía. Es preferible no tener que acudir a ella pero, cuando se quebranta la ley, es mejor tenerla a mano. Los sindicatos ayudan a los empleados a conseguir un trato equitativo y a negociar a favor de sus necesidades. Muchos empleados tienen la concepción errónea de que las leyes les van a proteger cuando, en realidad, muchas medidas legislativas no son suficientes por sí solas. Por ejemplo, la jornada de ocho horas, librar los fines de semana, el seguro médico, la seguridad social y muchos derechos civiles, fueron promulgados gracias a la presión sindical.

Otro ejemplo de empresa que ha colaborado activamente con un sindicato es el de Kaiser Permanente. En 1997, esta organización sanitaria sin ánimo de lucro negoció con su sindicato una asociación de las dos partes. Mediante la misma, Kaiser accedía a dar salarios competitivos a sus empleados, estabilidad laboral, participación en los beneficios e involucrar a los empleados en la toma de decisiones. Además, Kaiser se comprometía a no interferir en los objetivos sindicales de los empleados.

Por su parte, el sindicato accedió a escoger a la empresa como su “Organización Sanitaria de referencia”. De esta manera, Kaiser aumentó su participación en el mercado y en 2003 había conseguido doblar sus beneficios.

Es posible para cualquier empresa seguir las líneas expuestas en este artículo. Lo mejor para los ejecutivos de RH es promover este tipo de iniciativas porque, juntos, empresa y sindicato, pueden mejorar la productividad, los beneficios y los procesos. Al fin y al cabo, los objetivos de ejecutivos, personas de RH, empleados y líderes sindicales, son virtualmente los mismos.


Pamela Lawson trabaja en el Departamento de Nóminas de AT&T. Ha sido elegida representante de la Communications Workers of America, el mayor sindicato americano de su sector, durante 12 años. En el CWA ha ejercido numerosas funciones, la más reciente, la de Presidenta.

Acceso a la noticia: http://www.workindex.com/editorial/staff/sta0603-tt-01.asp

* Lawson, Pamela S. “Mutual Respect”. Workindex, 17/03/2006. (Artículo consultado on line: 30/03/2006)

Suscríbete gratuitamente a nuestros boletines

Recibe noticias e ideas en Recursos Humanos.
Suscripción

Utilizamos cookies para ofrecer a nuestras visitas una mejor experiencia de navegación por nuestra web.
Si continúas navegando, consideramos que aceptas su utilización.