De todos modos, también puede querer decir simplemente reducir tu horario a medida que te acercas a la jubilación, trabajar de manera más flexible o desprenderse de responsabilidades. El downshifting es muchas veces voluntario pero también puede venir ocasionado por algún cambio en las circunstancias, como un despido, que puede llevar a replantear tus prioridades. Sea cual fuere el motivo, las consideraciones profesionales, económicas y sociales deben ser planteadas para que el cambio esté a la altura de tus expectativas.
¿Por dónde empezar?
Piensa en tus razones y motivaciones para bajar el ritmo. Puede llegar de la culminación de una serie de hechos o sólo provenir de un episodio desencadenante que te ha obligado a pensar de otro modo sobre tu trabajo. Asegúrate de no actuar por impulso o simplemente como reacción a una situación o a una serie de circunstancias que podrían ser temporales.
“Deberías preguntarte a ti mismo de qué huyes y qué quieres lograr, para poder trazar una ruta y llegar antes”, afirma Jane Turner, asociada de la Newcastle Business School en la Northumbria University. “¿Qué motivaciones, pensamientos y sensaciones influyen en tus acciones? Asegúrate de que no estás escapando de una situación pero de que sí caminas en dirección a un futuro que tienes visualizado y planificado.”
Opta por el camino más lento
Hay tres maneras principales de bajar el ritmo: reducir las horas de trabajo, dejar completamente de trabajar o cambiar de carrera.
Si el estilo de vida al que aspiras se puede lograr disminuyendo la carga de trabajo y cambiando tu rol de responsabilidades, considera si tu organización sería receptiva a tus demandas. Podría lograrse compartiendo el trabajo, con horario parcial, flexibilidad horaria, reducción voluntaria de la jornada o, incluso, trabajar desde casa algunos días de la semana.
Copiar estrategias
Pon por escrito las implicaciones para todas las áreas de tu vida (profesional, económica, social), y habla de ello con tu pareja, familiares y amigos. Bajar el ritmo con éxito reside en reconocer tus principales valores y en ser capaz de conectar con ellos.
Turner recomienda, si es posible, encontrar un coach que trabaje contigo durante el proceso de manera objetiva y pueda ayudarte a encontrar sentido a tus sensaciones y pensamientos, “Por ejemplo, si el logro y el reconocimiento son importantes para ti, ¿cómo vas a encontrar sentido en cambiar a una posición en la que ganes menos dinero?”, argumenta. “El coach puede ayudarte a visualizar un futuro más realista.”
La ecuación del dinero
Los expertos en downshifting dicen que uno de los errores más grandes de la gente es el de seguir pensando que van a ganar el mismo dinero. Es fácil dejarse llevar por la idea de bajar el ritmo y pasar por alto la dura realidad. Es vital conocer bien tus gastos y ser realista sobre tus ingresos.
Haz un ensayo, mientras aún trabajes al ritmo de siempre, sobre cómo podrías arreglártelas con tu nuevo salario.
Si es posible, trata de ahorrar suficiente dinero como para mantenerte a ti y a tu familia durante seis meses para poder aguantar las presión de los primeros momentos.
Sólo necesitas hacer 5 cosas
- Clarificar el resultado que quieres obtener de bajar el ritmo
- Hablar del cambio con la familia y amigos más cercanos
- Identificar objetivos claros
- Conseguir ayuda para prepararse mentalmente
- Calcular el dinero que necesitas para seguir adelante
Más información
Libros:
Polly Ghazi; Judy Jones. Donwshifting: The Guide to Happier, Simpler Living. Hodder & Stoughton, ISBN 0340834021
John D. Drake. How to Work Less and Enjoy Life More. Berret-Koehler, ISBN 1576751163
Acceso a la noticia: http://www.personneltoday.com/Articles/2007/08/20/41927/downshift-how-to.html
* Beagrie, Scott. “Downshift: how to”. Personneltoday.com, 20/08/2007. (Artículo consultado on line: 27/09/2007)