La crisis y la caída de la demanda exterior que afectan a China provocan un aumento del desempleo. Más de veinte millones de chinos se ven obligados a dejar la ciudad y volver hacia sus entornos rurales de origen.

La crisis económica mundial pasa factura a la fábrica del mundo, ya que más de 20 millones de inmigrantes rurales que trabajaban en las industrias chinas perdieron su empleo, según datos del Ministerio de Agricultura.

El director de la Oficina del Grupo Central de Trabajo Rural, Chen Xiwen, afirmó que alrededor del 15,3% de los 130 millones de trabajadores inmigrantes que tiene China regresaron a sus localidades sin trabajo.

No obstante, otros organismos contabilizan más de 200 millones de inmigrantes desplazados en el gigante asiático por esta razón.

La tasa oficial de desempleo "urbano" a finales de 2008 se situó en un 4,2%, el nivel más alto desde 2003, y eso teniendo en cuenta que el cómputo no incluye a los mencionados millones de campesinos que viajan a las ciudades en busca de trabajo y que no aparecen registrados oficialmente.

Según un estudio de la Academia China de Ciencias Sociales (CASS), si se incluye esa masa de inmigrantes, el índice real de paro en China se sitúa en la actualidad en un 9,4%.

El director de la Oficina del Grupo Central de Trabajo Rural ha revelado estas cifras durante la presentación del primer documento del año 2009 elaborado conjuntamente por el Consejo de Estado (Ejecutivo) y el Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh).

En el texto, Pekín remarca la importancia de impulsar la agricultura y el sector rural como respuesta a la crisis económica y laboral que vive China.

La caída de la demanda exterior obligó al cierre de miles de pequeños fabricantes de manufacturas en el litoral chino, que han venido acompañados de numerosas protestas de los obreros.

El propio Gobierno ha reconocido que durante 2009 China vivirá "posiblemente el año más duro" en materia económica desde el inicio del nuevo siglo, y apostó por mejorar la agricultura como motor de cambio.

El presidente Hu Jintao alertó días atrás del riesgo de inestabilidad social debido al impacto de la crisis financiera en China.

Recesión

Además del desempleo, la recesión está afectando a China -tercera economía mundial, sólo por detrás de Estados Unidos y Japón- con una desaceleración económica, un enorme riesgo de deflación en el actual trimestre y una cada vez mayor diferencia entre ricos y pobres.

En el último trimestre de 2008 el crecimiento del PIB se situó en el 6,8%, arrastrando a la baja el dato de crecimiento anual, que sólo fue del 9% después de más de un lustro avanzando a dobles dígitos.

Por esta razón, el Consejo de Estado y el Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) lanzaron un paquete de medidas centradas en el sector rural, con el objetivo de relanzar la agricultura y la capacidad adquisitiva de los campesinos.

Aproximadamente la mitad de los más de 1.300 millones de habitantes de China habita en zonas rurales, poco desarrolladas hasta la fecha en contraste con el pujante litoral.

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