Modest Guinjoan, Socio Director de Barcelona Economia y Profesor de la Universitat Pompeu Fabra: "El desequilibrio entre oferta y demanda de mano de obra en el mercado laboral es síntoma de que los mecanismos de ajuste no funcionan bien."
Centremos la atención en el exceso de personas dispuestas a trabajar respecto a las que los empleadores quieren contratar. Uno esperaría que bajaran los precios, en otras palabras, la compensación por el trabajo. El ajuste, que es rápido en precio del aceite de oliva, no lo es en el mercado de trabajo, entre otras cosas porque no hay la misma libertad de negociación de contratos. Además, hay que considerar la existencia de otro tipo de ajuste en el mercado laboral, el de la cantidad, que se da cuando la empresa despide a empleados sobrantes en vez de bajar el sueldo a todos.
Es oportuno clasificar los perfiles en un mercado con profundos desequilibrios como el que tenemos. Si prescindimos de los empleados que promocionan y pasan a cobrar más, hay un amplio abanico de situaciones: 1) Ocupados con contratos privilegiados: tienen trabajo asegurado, no reciben presiones ni de precio ni de cantidad. 2) Ocupados con contratos ajustados por decreto: generalmente personas con empleo asegurado, que sufren reducciones de retribución impuestas por el empleador porque pasa por un mal momento. 3) Ocupados que se han ajustado de manera negociada: ante el riesgo de cosas peores, se avienen a introducir conceptos relativamente nuevos como cumplimiento de objetivos, mejoras de productividad, reducción de retribuciones. Se dan sobre todo en unidades individuales al margen de convenios colectivos (véase Nissan, Lemmerz, autónomos, despachos profesionales…). 4) Ocupados con contratos ajustados, de origen, al mercado: la mayoría de los que firman los jóvenes en su primer empleo o los mayores en paro; los niveles retributivos son más bajos que antes de la crisis. 5) Ocupados con contratos inajustables: van camino de quedarse sin trabajo y poco pueden hacer para evitarlo. Algunos se prejubilan porque es más llevadero. Y 6) los parados.
Si usted es del grupo 1 tiene suerte, pero es una especie que podría tener los años contados. Si es del grupo 2 ha empezado la crisis: hay malas perspectivas, con lo que no descarte más sacrificios. Si está en los grupos 3, 4, 5 y 6 conoce lo que significa ajustarse y deberá llevarse por lo que siga dictando el mercado, que se abre camino de forma implacable. Y más que va a cambiar para dar paso a la negociación responsable, a la compensación por rendimiento y a tener en cuenta los precios, de manera que si hay que bajar salarios, habrá que bajarlos. Estado y sindicatos están cambiando (reforma laboral, negociación colectiva) a favor del mercado. Deberían ir más rápido, porque antes de que surtan efecto los cambios, las cosas pueden empeorar más.