¿Dónde ha quedado la cultura del esfuerzo durante los años de la burbuja económica? ¿Y qué pasará ahora que ya no somos ricos? ¿Puede haber una 'generación perdida' por la crisis económica y de valores? Estas y muchas otras cuestiones se plantean en El llegat de Sísif. La cultura de l’esforç, un documental del programa Sense Ficció de TV3 que viaja a Japón y visita un instituto de Castelldefels para conocer varias facetas de las generaciones más jóvenes.

Durante los años de la burbuja inmobiliaria, cuando éramos ricos, la abundancia y la inmediatez eran la normalidad. Creímos que todo era fácil, que lo podíamos tener todo al momento y sin esforzarnos. Con este modelo de valores ha crecido lo que Carlos Sánchez, psicólogo del trabajo y miembro de la Comisión Consultiva de la Fundació, denomina ‘la generación Nintendo’: “los hijos deseados de padres triunfadores”. Otros les llaman millennials, generación Y, generación perdida, generación nini... Jóvenes que han crecido con el bienestar y la tecnología de fondo, y creyendo en el corto plazo y la calidad de vida como valores imperantes. ¿Qué ha pasado con el esfuerzo? Francesc Torralbo, director de la Cátedra Ethos de la URL, afirma en el documental que “la crisis económica tiene en su origen una crisis de valores. Ha faltado cultura del ahorro, de la sobriedad, de la austeridad...” Hemos pasado del capitalismo productivo, de la creación de valor a partir del esfuerzo, a un capitalismo especulativo de casino, de dinero fácil, donde es posible hacerse rico sin trabajar.

 


Richard Sennet, reconocido sociólogo de la London School of Economics y que también aparece en el Sense Ficció, advierte que en España tendremos una generación perdida tal como la tuvieron en Japón después de la crisis de los años 90, de la que aún no se han recuperado. Según un estudio reciente, los jóvenes españoles afectados por la crisis, y por el paro juvenil que ya supera el 50%, sufrirán sus consecuencias para siempre.

En Japón ya hace tiempo que ha emergido un nuevo grupo social que rechaza ser el salaryman (‘hombre asalariado’) que levantó la economía nipona a partir de la década de los 50. Son los freeters: trabajadores temporales que aceptan la precariedad laboral si ello supone tener más tiempo y libertad que los típicos trabajadores que pasan cada día 12 horas en la oficina. Se calcula que ya son más de un millón de jóvenes de entre 23 y 30 años, tal como explica el documental. Un fenómeno parecido está emergiendo en EEUU: lo que el New York Times ha denominado ‘la generación limbo’.

¿Hay motivos para el optimismo? Según un estudio del año pasado, el número de jóvenes ninis, que ni estudian ni trabajan, en España se ha reducido considerablemente con la crisis: del 3,8% en 2007 al 2,8% el año pasado. Además, son la generación más preparada de la historia, recordaba el Catedrático de la UPF Pablo Salvador Coderch hace poco en El País: “Como ha escrito un baby boomer, Bill Gates, nunca antes en la historia había habido tanta gente joven tan bien formada, tan capaz de innovar y de romper por tanto con la línea plana de tendencia que nos deprime: los cambios llegarán.” El periodista de La Vanguardia Miquel Molina se preguntaba a mediados de abril si no se está criminalizando injustamente a los jóvenes, acusándolos de falta de esfuerzo cuando simplemente se trata de un cambio de mentalidad, de formas de aprender y relacionarse: “¿No será que lo que les falla no es la capacidad de esforzarse, sino la de concentrarse, sumidos como están en un mundo multipantalla que parece diseñado para fomentar la dispersión?”

¿Qué debe cambiar en la forma de educar para volver a situar la cultura del esfuerzo en el lugar que le corresponde? El gurú Ken Robinson decía recientemente que la educación es anacrónica, ya que se basa en el modelo industrial que hemos dejado atrás hace ya tiempo. Los jóvenes llegan a la edad adulta, al mercado laboral, sin motivaciones ni herramientas para enfrentarse a ello. En el documental se afirma que familia, escuela y sociedad cada vez coinciden más en que hay que volver a potenciar la cultura del esfuerzo, sin caer en el autoritarismo pero evitando que el centro de todo sea sólo el bienestar del niño.

Un vídeo muy recomendable y que incita a la reflexión con una estética muy cuidada y las opiniones de reconocidas personalidades como el filósofo José Antonio Marina o el escritor Quim Monzó.

También puedes ver el reportaje completo en la página web de TV3:
http://www.tv3.cat/videos/4072970/El-llegat-de-Sisif-La-cultura-de-lesforc

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