¿Qué queda del valor tradicional que se atribuía al trabajo? ¿Ha cambiado en el contexto actual de recesión económica? Con motivo del Día del Trabajo, el programa de radio Valors a l’Alça de La Xarxa organizó un debate donde contó con la participación de Carlos Obeso, Director del Instituto de Estudios Laborales de Esade; Marc Grau, investigador del Centro Internacional Trabajo y Familia del IESE; y Anna Fornés, Directora de la Fundació Factor Humà.
"El trabajo es algo más que el dinero que te reporta", es la primera conclusión a la que llegan los invitados del programa. "El trabajo es un factor primordial en nuestra vida y eso se hace evidente en el momento que lo perdemos", afirma Anna Fornés. "A pesar de que el factor económico es muy importante, quien piense que sólo se trabaja por dinero está en un error".
Por su parte, Marc Grau explica que cuando se pregunta a los trabajadores las razones por las que trabajan, hay bastante respuestas más allá del aspecto puramente económico: "La gente dice que trabaja para aprender, para servir, para desarrollarse... la cuestión que nos debemos plantear es si nuestros trabajos nos permiten realizar dichos fines”. Carlos Obeso apunta que el trabajo en sí mismo no debe ser considerado como un valor, sino como un espacio donde se pueden desarrollar valores como la convivencia o la solidaridad, cosa que no obstante se da cada vez menos.
Coinciden los tres en que el sentido del trabajo es otro aspecto fundamental que aporta valor al trabajo. "Aunque actualmente el hecho de trabajar es considerado un privilegio, cuando hacemos lo que nos gusta somos más felices. De hecho, el trabajo y la felicidad son dos conceptos directamente relacionados", afirma Fornés y, en relación al bienestar de los trabajadores, aclara que la motivación tiene mucho que ver con la gestión de la empresa: "Una organización sólo es sostenible en el tiempo en la medida en que cuida y motiva a sus trabajadores”.
Grau apunta también que hasta ahora el sentido del trabajo ha sido el de aportar una identidad social, "¡por eso cuando perdemos el trabajo nos sentimos descolocados!". Pero la necesidad del trabajo para la definición personal revela también una sociedad arraigada al trabajo más que a cualquier otro aspecto vital. Según explica Fornés, dicha concepción es negativa, ya que el entorno actual nos obliga a reinventarnos constantemente y debemos estar preparados. "El trabajo en algunas generaciones ha tenido una importancia excesiva y nos ha hecho descuidar otros aspectos también muy relevantes para la realización del individuo".
La presentadora de Valors a l’alça, Queralt Flotats, les pone también sobre la mesa el polémico tema de la jornada laboral. ¿Trabajamos demasiado? Obeso considera que "trabajar muchas horas es un signo de ineficiencia".
"Cabe preguntarse qué ocurre en las empresas, que se hace con las horas de oficina perdidas", plantea Fornés, que también cree que esto tiene un componente personal sobre el cual cada trabajador debería reflexionar”.
Grau considera que uno de los grandes problemas del trabajo en la oficina es el número de interrupciones que hay, ya sea por parte de los propios compañeros como por parte de los directivos. "Yo lo comparo con el sueño. ¿Qué prefieres, dormir ocho horas con interrupciones cada dos o dormir seis horas seguidas?".
Y como en tantos otros ámbitos sociales, los invitados coinciden en que los modelos a seguir se encuentran en los países nórdicos. Fornés cree que se debería copiar su rigurosidad absoluta en cuanto a los horarios: "Allí los mismos directivos se encargan de que a partir de las cinco o las seis de la tarde no se trabaje para poder realizar otras actividades”. Sobre este mismo aspecto, Grau se lamenta de que en España aún estemos estancados en una cultura del presencialismo, “aún está mejor visto el que se está más horas”.
Finalmente el programa deja un espacio para uno de los temas más alarmantes del futuro del país: la fuga de talentos jóvenes que se van al extranjero para encontrar oportunidades. "Hay que ayudar a los jóvenes a adaptarse" opina Obeso, "y en eso las embajadas tienen mucho trabajo que hacer. Cada vez tendrán más demandas por parte de gente que quiere ir a vivir a esos países y es necesario que las embajadas se recoloquen y que se adapten. Cosa que ahora no se está haciendo".
La tertulia se despide con la Canción del Trabajo de Rafael, que aunque habla de los aspectos positivos y negativos del trabajo nos deja con un mensaje optimista.
Vale más tener esperanza
y luchar por algo mejor.
Trabajar con fe y esperanza
por lograr un mundo mejor.
También puedes escuchar el programa desde la página de Valors a l’alça: http://programes.laxarxa.com/audio/53814
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