Tras cinco años de crecimiento exponencial, el sector de las oficinas flexibles acusa el impacto de la crisis del coronavirus, pero mira al futuro con optimismo, alentado por el interés de las corporaciones.
Tras meses de negociaciones, el Consejo de Ministros ha dado luz verde a un decreto para regular el trabajo a distancia, que entrará en vigor a los 20 días de su publicación en el BOE. El texto del decreto establece que la ley no se aplicará si el trabajo en remoto está forzado por la pandemia. Sin embargo, la empresa tendrá que asumir igualmente los gastos que supone el teletrabajo para el empleado.
El trabajo en remoto se ha convertido en algo habitual debido a la pandemia de coronavirus. Sin embargo, debemos plantear cuáles son sus ventajas e inconvenientes en términos económicos. ¿Cuánto ahorran trabajadores y empresas o qué gastos añadidos supone esta forma de trabajar para ambas partes? Aunque se podría pensar que el teletrabajo es sinónimo de ahorro, los expertos advierten que la realidad es compleja.
Según un estudio realizado por Captio, el fraude relacionado con los gastos de viajes es cada vez más habitual. La preocupación por estas irregularidades crece en función del tamaño de las organizaciones. Así pues, las empresas de mediano o gran tamaño se preocupan mucho más que las pequeñas de este aspecto.
Los contratos y la formación de equipos exclusivamente para ejecutar un plan concreto ganan enteros en las empresas. Además, los expertos coinciden en que trabajar por proyectos es una continua fuente de aprendizaje para quienes los realizan, si bien no todo el mundo se acostumbra al esfuerzo de empezar de nuevo cada pocos meses.
La tendencia a trabajar de proyecto en proyecto, clave de la Gig Economy, va en aumento. Es necesario conocer en qué consiste exactamente, así como las ventajas e inconvenientes que presenta para empresas y profesionales. Gig Economy es un término económico, relativamente nuevo, utilizado para denominar la situación laboral actual. Fue acuñado por la periodista norteamericana Tina Brown, y hace referencia a los trabajos esporádicos o puntuales.
La flexibilidad, la creatividad, la innovación y la movilidad son las opciones que tienen los profesionales para hacer frente a la deslocalización, una realidad que afecta a todos los sectores y perfiles. La especialización de la mano de obra y la robótica pueden evitar el traslado de puestos de trabajo. Además, la inversión en I+D en España generaría empleos de valor añadido difícil de replicar fuera.
Paradójicamente, la automatización favorece la vuelta a países con economías avanzadas de las fábricas trasladadas a otros emergentes, pues las nuevas tecnologías permiten sustituir mano de obra por máquinas, lo que relega a segundo plano los costes laborales.
Durante años hemos visto como las organizaciones recurrían a fuentes externas para completar sus actividades, externalizando así parte de sus procesos para ahorrar costes. Pero ahora parece volver la antigua tendencia hacia la integración vertical de actividades, pues los consumidores demandan cada vez más productos sencillos y bien integrados que no les obliguen a tratar con diferentes proveedores o a vérselas con componentes que no se comunican entre sí. The Economist nos da cinco razones para dejar de recurrir a la externalización en la medida de lo posible.
La retribución por cada hora trabajada en España en 2014 se queda en el 72,6% del promedio europeo cuando en 2008 era del 76,3%. Estos datos, provocados por la devaluación interna de salarios, alejan a España de la convergencia con el conjunto de la zona euro.
La devaluación salarial se ceba en los que han perdido su trabajo y vuelven a ser contratados, ya que las nóminas de los nuevos contratados han caído hasta un 12% en cinco años, según datos de la EPA. Para recuperar la productividad y la competitividad, la reforma laboral apostó por la reducción del coste de la mano de obra.
El exigente ejercicio de devaluación interna de costes y la consiguiente moderación salarial llevada a cabo en los tres últimos años no ha sido en balde. España ha logrado doblegar los costes laborales unitarios y recuperar por tal vía altas dosis de competitividad en los mercados exteriores de bienes y servicios.
Mientras los costes laborales registran incrementos en sectores como los de las actividades profesionales, científicas y técnicas; las actividades sanitarias y de servicios sociales y la hostelería o la Administración Pública, en las ramas de actividad más afectadas por la crisis, como la construcción o el comercio, el índice de coste armonizado (ICLA) continúa contabilizando caídas anuales.
Las últimas cifras publicadas por Empleo revelan que a finales de 2013 se registró un promedio de 262.345 bajas por incapacidad temporal (IT) al mes, un dato que contrasta con los 483.011 procesos de finales de 2007. El gasto en incapacidad temporal ascendió en 2013 a 5.051 millones, un 5,76% menos. Los trabajadores del sector público ven recortado su salario a la mitad los tres primeros días de baja.
Sede en Madrid, oficina en Silicon Valley, fabricación en China y desarrollo informático en Bangalore. Las start up más prometedoras del planeta nacen y crecen ajenas a fronteras. Su ambición: atraer el mejor talento internacional y enriquecerse del expertise de otros países.
Entrevista de El País a Helena Helmmerson, Directora de sostenibilidad de H&M: "La subida de los salarios es parte de nuestra hoja de ruta. Pero esto representa solo una parte de nuestros precios finales. Muchas otras cosas influyen, como comprar grandes volúmenes, buenas rutas logísticas…"
Empresas, proveedores y socios son un difícil y seductor triángulo, y sus alianzas son arriesgadas. Condenados a entenderse y a respetarse hasta que su relación contractual les separe, las cadenas de suministro se han dilatado enormemente y esto las ha hecho más vulnerables que nunca.
El Real Decreto-ley 16/2013, de 20 de diciembre, ha introducido de forma inesperada importantes cambios, siendo uno de los más significativos la ampliación del listado de los conceptos retributivos computables a efectos de cotización a la Seguridad Social, lo que está provocando confusión a la par que críticas y malestar en las empresas. ¿Cuáles son los efectos de esta medida?
Las empresas que cuenten con un comedor para sus trabajadores deberán cotizar por la parte del servicio que subvencionen. De esta forma, un empleado que cobre 1.000 euros al mes que disfrute de un servicio de comedor subvencionado con tres euros al día pasará a cotizar por 1.060 euros al mes en lugar de 1.000 euros en virtud de esta medida.
La innovación tecnológica en épocas pasadas siempre supuso, tras un primer periodo de confusión, un mayor enriquecimiento general para la población y nuevas oportunidades laborales. Sin embargo, la ola de grandes cambios tecnológicos que tenemos ahora mismo encima parece no seguir las mismas características. The Economist hace un repaso histórico y ofrece su visión sobre cómo gestionar el cambio y evitar el colapso del mercado laboral que puede llegar en un futuro no tan lejano.
La obligación de incluir en la nómina beneficios sociales como los cheques de comida y guardería supone un aumento de los costes laborales para la empresa, un incremento de la base de cotización del empleado y marca el comienzo de un nuevo modelo de compensación.
Entrevista de Cinco Días a Oussama Khatib, Director del Grupo de Investigación Robótica de la Universidad de Stanford: "Las empresas se han ido a buscar fuerza de trabajo barata a países en vías de desarrollo y ahora con la robótica se podrán desarrollar las tareas allí donde está la industria. En lugar de deslocalizar ahora podemos crear fábricas eficientes y que se queden dentro del país."
El Gobierno ha aprobado un borrador del anteproyecto de Ley de Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales, con la intención de cambiar su regulación de forma que se esclarezca más su naturaleza privada (aunque no tengan ánimo de lucro) y se fijen con mayor claridad los términos de su colaboración con la Seguridad Social.
Emilio Huerta, Catedrático de la Universidad Pública de Navarra, y Vicente Salas, Catedrático de la Universidad de Zaragoza: "La economía española experimenta los mayores crecimientos de productividad cuando se destruye empleo, mientras que las ganancias de productividad en periodos expansivos de crecimiento en producción y empleo son menores o inexistentes."
España ya ha avanzado en su devaluación interna, pero la inversión tecnológica y la apuesta por el valor añadido aún no acompañan en su viaje a la competitividad. Aquí sucede algo distinto de lo que pasa en otras economías desarrolladas, las cifras de productividad mejoran en las fases de declive, aunque con un triste pero: la mejora se apoya en la destrucción de empleo, no en la mejora de los procesos o el mayor valor de los productos.
Félix Cuesta Fernández, profesor de Management internacional y asesor de Augeo Consulting Group: "La pérdida de poder jerárquico sobre las personas complica el modelo de gestión, algo no considerado en muchos procesos de externalización, donde algunos directivos entendieron que externalizar era pasar la pelota a otro y no gestionar una estructura más compleja, algo que en algunos casos les ha superado."
Financial Times nos acerca ejemplos de programas de beneficios para empleados llevados a cabo no siempre por grandes empresas sino por pymes. Aunque algunos métodos de compensación podrían incluso despertar las dudas de algunos profesionales de Recursos Humanos, sus defensores argumentan que quedan compensados con el retorno obtenido en términos de lealtad y de compromiso.
La adopción de este modelo, que permite consumir tecnología bajo la fórmula de pago por uso, avanza en el ámbito empresarial gracias a los beneficios que ofrece en flexibilidad, agilidad y costes.
El gasto en prestaciones por incapacidad temporal (5.830 millones previstos este año) –que se destina fundamentalmente a pagar a los trabajadores las bajas laborales por enfermedad– lleva varios años bajo control. Con descensos interanuales incluso superiores al 10%. Sin embargo, en épocas de vacas flacas esto puede no ser suficiente para quienes cuadran el Presupuesto. De hecho, el Gobierno quiere acotar aún más este gasto.
Ángel Laborda, director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS): "En cuanto a los salarios, es muy difícil que la gente vea que están por encima de su valor de equilibrio, y todavía lo es más aceptar que, como cualquier otro precio, pueden no solo subir, sino bajar."