El coronavirus ha acelerado la digitalización empresarial y la aparición de un modelo laboral que requiere nuevas formas de hacer y nuevas normas. Este modelo laboral requiere de competencias capaces de traspasar la pantalla del ordenador.
Son muchos los jóvenes que se encuentran actualmente sin empleo en España. La tasa de desempleo entre los menores de 25 años se sitúa alrededor del 40%. Sin embargo, las empresas consideran que no encuentran el talento que necesitan y, por eso, cada año quedan puestos de trabajo sin cubrir. ¿Qué se puede hacer para solucionar dicha situación?
Las nuevas necesidades de las organizaciones, el cambio en las aspiraciones de carrera de las personas y la apuesta firme de los proveedores tecnológicos por desarrollar soluciones de Talent Marketplace, abren la puerta a la revolución de las carreras profesionales. En muchas firmas de servicios profesionales la carrera profesional de sus personas ya no se plantea en términos de ascensos, sino del desarrollo y aprendizaje asociados a los proyectos en los que participan.
La cultura del pago por uso se extiende también en el ámbito del talento. Los jóvenes se mueven a golpe de proyecto y las empresas, aunque todavía no lo vean del todo claro, acabarán por descubrir que el formato de “colaborador” le da la flexibilidad que necesita.
Las grandes empresas están acelerando el uso del análisis de datos para formar a sus plantillas y reorientar funciones. La puesta a punto del talento vive así su particular revolución impulsada por la crisis del coronavirus. Cuando la voracidad de los rebrotes anuncia recortes de plantilla, estas herramientas se revelan como una tabla de salvación para identificar opciones de desarrollo profesional y subirse al carro de los perfiles imbatibles.
La pandemia ha cambiado la manera de trabajar y cómo las compañías se acercan a los candidatos. El principal desafío es sacar partido de la tecnología sin descuidar la vertiente humana.
Según un el informe Las empresas españolas frente a la revolución del reskilling, elaborado por EY y Future for Work Institute, la creatividad es la capacidad más demandada por parte de las organizaciones. Así pues, el 91% de las compañías espera que su demanda de esta habilidad crezca entre 2020 y 2022. Otras de las habilidades más buscadas van a ser la recopilación y evaluación de información, el análisis de información numérica, el trabajo en equipo y el coaching.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, afirma que retrasar la edad de jubilación podría suponer un freno a la incoporación de los más jóvenes al mercado laboral. Sin embargo, son muchos los economistas que estan en contra de esta tesis y consideran que únicamente en casos puntuales localizados puede producirse una sustitución de los trabajadores más mayores por los jóvenes.
Las empresas con mejores resultados saben que entre sus ventajas competitivas está su estrategia de talento y en ellas el CEO y el DRH son el tándem perfecto para alinear objetivos y propósitos a través de una propuesta de valor al empleado retadora y diferenciada. Sin embargo, en una gran mayoría de organizaciones ese entendimiento aún no se ha producido y su ausencia no sólo hace peligrar el estatus quo de la función sino también, y lo que es más peligroso, la sostenibilidad futura del negocio.
Sobre la mesa de la recuperación post-Covid está la oportunidad de generar un modelo económico alineado con la sostenibilidad, eficiente y muy, muy digitalizado. Lo difícil de crear nuevas industrias y servicios está no sólo en la reconversión de las existentes sino, sobre todo, en la recualificación de los profesionales que las sostienen. El reciclaje también atañe a las personas y mientras el Gobierno se decide, las empresas actúan.
Con más de veinte años de experiencia en la gestión de personas David Reyero se declara optimista ante la nueva situación tras el Covid-19. Valorar a las personas más allá de sus concocimientos por aspectos tan poco comunes hasta ahora como sus propósitos, fortalezas, pasiones y valores ayudará a seleccionar a los mejores candidatos.
El mundo cambia aceleradamente y la única forma de mantenerse activo y comprometido es adaptarse, tanto empresas como personas. Aquellas que lo hagan proyectando una cultura del liderazgo a partir del compromiso y el esfuerzo de las personas serán las que consigan mantener la consistencia.
Las constantes transformaciones tecnológicas hacen que las personas deban actualizar periódicamente sus conocimientos y habilidades. Por eso, según Fast Company, es importante caminar hacia un modelo de aprendizaje permanente, lo cual implica transformar el actual funcionamiento de las universidades e introducir nuevas disciplinas que por ejemplo hibriden la Tecnología con las Matemáticas y la Física.
La incoherencia siempre tiene consecuencias. Prejubilaciones, liderazgos egoístas, incentivos reaccionarios… Las tonterías organizacionales y organizadas que quieren revestirse de una toma de decisiones eficaz son un boomerang que deja KO al sentimiento de pertenencia y de ahí a afectar a los resultados hay un paso cada vez más corto. Ciertamente, a las empresas a menudo las matan sus propias tonterías.
Las organizaciones dan cada vez más importancia a los procesos de incorporación de los nuevos empleados, ya que tienen influencia directa sobre las tasas de retención del talento. Según la revista Workforce.com, los planes de acogida deben ser estructurados para aportar coherencia al desarrollo de la experiencia del empleado desde su primer contacto con la empresa.
Los módulos de incorporación de nuevos empleados empiezan a extenderse entre las empresas españolas, tras demostrar su eficacia para mantener en plantilla a perfiles altamente cualificados. La conocida como «guerra por el talento» está provocando que las empresas se esfuercen, cada día más, en proporcionar una buena acogida a sus empleados y garantizar un buen ambiente de trabajo.
Human Resource Executive Magazine expone cinco formas para tener éxito en el ámbito del reclutamiento para este año: analizar el entorno, mejorar el plan de marketing en contratación, implementar la selección conversacional y mediante mensajes de texto, y revitalizar los planes de acogida.
Los números no mienten. Pese a que hablar de paridad de género está de moda desde finales del siglo XX, la insuficiente representación femenina en los altos mandos de buena parte de empresas e industrias de todos los sectores, y la desigualdad salarial, siguen siendo una realidad en todo el mundo.
El sector de las industrias creativas ya cuenta con 145.000 empleos en la ciudad de Barcelona, lo cual supone el 13% de la ocupación. Estas industrias engloban disciplinas muy diversas, que van desde algunos sectores poco tradicionales (videojuegos, edición digital, publicidad, etc.) hasta otros menos modernos (arte, cultura, diseño, etc.).
A finales del año 2019 finalizaba el plazo para que todas las empresas cotizadas de California incorporaran como mínimo a una mujer en sus juntas directivas. Haciendo un análisis de la situación a finales del año pasado, The New York Times explica que algunas organizaciones aún no se habían adaptado a esta nueva ley o lo habían hecho muy recientemente.
Saber trabajar en equipo, resolver conflictos o tener capacidad de liderazgo figuran entre las competencias más buscadas por los empleadores. La formación en soft skills (o habilidades blandas) se antoja fundamental para mantener la competitividad y la relevancia dentro de una empresa.
En la corta historia del uso de la inteligencia artificial en los procesos de selección de trabajadores hay un gran fracaso. Hace un año Amazon retiró un experimento que usaba esta tecnología por algo bastante inquietante: el software demostró tener prejuicios a la hora de seleccionar a mujeres para un puesto de trabajo.
Marcharse de una compañía o de un trabajo y tratar de regresar ha pasado de ser un desdoro a convertirse en una habilidad y un valor profesional cotizado. Así pues, cada vez son más las empresas que olvidan sus reticencias y vuelven a contratar a aquellos que habían abandonado anteriormente la organización. Sin embargo, ¿se puede usar como estrategia eficaz para buscar empleo?
¿Los trabajadores españoles? Poco motivados y con habilidades limitadas para los idiomas. Es la cruda radiografía de la escuela de negocios suiza IMD en la sexta edición del Ranking de Talento Mundial, que se publicó este lunes.
Las redes sociales se han instalado en todos los niveles de nuestra vida. El laboral no podría quedar al margen. Los trabajadores que buscan empleo las utilizan y las empresas publican ofertas laborales en ellas. Pero, no es oro todo lo que reluce, ya que los empleados se muestran descontentos con las redes sociales para buscar trabajo, sobre todo, porque no reciben la comunicación deseada por parte de las compañías.
Cada vez más organizaciones cuentan al mismo tiempo con trabajadores freelance y personal fijo en sus plantillas. Human Resource Executive Magazine expone el caso de Upwork, precisamente una plataforma de trabajo freelance, cuya jefa de Recursos Humanos ha impulsado acciones para mantener una cultura corporativa común para todos sus colaboradores autónomos o contratados.
Entrevista de El Periódico a Viktoria Lindner, consejera delegada (CEO) de Done Training: "El ‘employer branding’ es lo principal. No es solo tener un sitio web sofisticado. También es tener una cultura y una estrategia detrás: definir los principales valores y ceñirse a ellos en cada proceso y trabajar con objetivos y buena gestión de expectativas. Es imprescindible un buen liderazgo, ser un visionario e inspirar a los empleados."
Hablar sobre el desarrollo de un nuevo perfil profesional es un tema que reabre un debate para profundizar en el ámbito académico, político y corporativo, pero que además tiene que ver con el desarrollo de nuestras sociedades y con los modos de acceso de la población a la tecnología y a la educación, aspectos definitivamente indisociables en el mundo de hoy.
Las compañías avanzan y se adaptan a los cambios con políticas de empleo abiertas que ilusionen a los empleados. Las organizaciones tienden a establecer una jerarquía menos vertical y con más comunicación y fluidez. Empresas como Nielsen Iberia abanderan lo que se conoce como servant leadership (liderazgo de servicio), crucial para transitar con éxito por un periodo de cambios.
La inversión en captación y retención del talento es vital para generar más puestos de trabajo. En este sentido, el papel de las pymes también es relevante. A pesar de que las pequeñas y medianas empresas tienen una capacidad menor para invertir en sus trabajadores que las grandes empresas, existen casos de buenas políticas de formación y empleo entre las pymes españolas.