Marcharse de una compañía o de un trabajo y tratar de regresar ha pasado de ser un desdoro a convertirse en una habilidad y un valor profesional cotizado. Así pues, cada vez son más las empresas que olvidan sus reticencias y vuelven a contratar a aquellos que habían abandonado anteriormente la organización. Sin embargo, ¿se puede usar como estrategia eficaz para buscar empleo?
Dedir adiós a la vida laboral puede generar cierta ansiedad y preocupación, pero es una etapa de la que se puede sacar mucho partido. Anticiparlo es una forma de evitar caer en la depresión. Para ello, es importante tener proyectos de formación, de ocio, cuidar las relaciones personales o fomentar hobbyes. De este modo, la jubilación no será planteada como un período de inactividad.
En un momento en el que el trabajo para toda la vida tiene los días contados, existen compañías que están orgullosas de la fidelidad de sus empleados. La formación y la meritocracia son las claves para la permanencia de estos profesionales que, tras más de una década en la misma empresa, mantienen intacta la motivación que les animó a formar parte de una organización en la que han hecho carrera.
¿Cómo influye en el desempeño profesional llegar a la mediana edad? Para ayudar a solucionar posibles contratiempos en términos de autoestima y asesorar en aspectos como el plan de carrera o las finanzas personales, Financial Times expone cómo algunas empresas ofrecen pasar a sus empleados alrededor de la cincuentena por una revisión MOT, al estilo de las ITV de los coches.
A medida que cumplen años, los miembros de la 'Generación Y' se 'curan' de epidemias de flexibilidad o picoteo de empleos y se contagian de las preferencias y valores profesionales comunes a la 'Generación X'.
Diferenciarte del resto y aportar valor resulta indispensable en un mercado laboral volátil y muy competitivo. Conviene que sepas quién eres, qué vas a ofrecer y quién puede 'comprar' tu producto. Lo primero es analizar quién puede ser tu accionista y qué valor tiene el producto que vendes.
Cuando parecía que la tendencia de permanecer en una empresa toda la vida estaba cambiando, las nuevas generaciones se plantean como algo "muy probable" conservar el mismo puesto de trabajo por muchos años, según se desprende de una encuesta global realizada entre jóvenes de 23 países.
La filial norteamericana de Michelin es un ejemplo de organización que se compromete y preocupa por sus empleados ofreciendo distintas oportunidades de desarrollo adaptadas a las competencias de cada trabajador. Human Resource Executive Online explica algunos casos concretos de empleados de la multinacional, que tiene tasas de retención muy altas gracias a sus completos y atractivos planes de carrera.
La estabilidad laboral de la que gozan los baby boomers se extinguirá con su generación, pues actualmente resulta muy difícil estar 20 años en la misma empresa y lo habitual es pasar por cuatro o cinco, una tendencia visible desde que los millenials se han incorporado al mercado de trabajo.
Una carrera profesional de éxito no tiene que ser sinónimo de trabajar en una gran organización, de hecho, las firmas pequeñas y medianas ofrecen un trato cercano, más puestos multitareas y es menos probable quedar encasillado y son además un ecosistema perfecto para los recién titulados.
Abertis, Santander, Iberdrola o Acciona son ejemplos de grandes empresas que tras la crisis han decido impulsar la capacitación de su plantilla y la promoción del talento interno para ocupar cargos relevantes. Los veteranos son clave a la hora de guiar el proceso de promoción en calidad de mentores e involucrarse en la evaluación del potencial y el mérito.
Un estancamiento o un declive de la situación profesional puede pasarle a cualquiera a lo largo de su vida laboral. Los expertos estiman que la motivación de un trabajador decrece en los proyectos laborales de más de siete años. Ante ello hay que mantener una actitud abierta al cambio y al aprendizaje continuo.
Si desde hace algún tiempo tu trabajo ya no te permite multiplicar tus capacidades y habilidades, ha llegado el momento de hacer balance y decidir si realmente es el puesto o la empresa que más te conviene.
En España la cultura del riesgo aún no ha sido del todo comprendida e impera el miedo a cambiar de profesión o a hacer un giro en la carrera profesional. Sin embargo, la predisposición al cambio será muy útil en un futuro cercano, lleno de convulsiones en el mundo empresarial.
Los más jóvenes no contemplan el trabajo para toda la vida ni una rutina que les impida conciliar sino que apuestan por crear sus propias empresas y generar nuevas profesiones en el ámbito digital. Les sobra creatividad, son flexibles y están acostumbrados a colaborar en red.
Las escuelas de negocios cambian para atraer a los jóvenes que inventan sus trabajos. Son millennials, igual que Mark Zuckerberg, el joven del nuevo milenio más famoso. Han nacido en los ochenta y noventa, ven la vida a través de las pantallas conectadas, y utilizan la tecnología para dar respuestas disruptivas a los problemas tradicionales.
Los millenials se hacen cada vez más presentes en el mundo laboral y pronto representarán la generación predominante. Son independientes, dominan las nuevas tecnologías y poseen un afán por ascender rápidamente. Según Human Resource Executive Online sus habilidades son demandadas por las organizaciones y ejercen ya altos cargos en muchas de ellas. Sin embargo, no están solos y es importante saber explotar sus capacidades en consonancia con las demás generaciones.
Hubo un tiempo en que cuando un empleado entraba en una compañía podía confiar en que trabajaría ahí durante años o incluso para toda la vida. Esta imagen ha quedado completamente desfasada. Probemos con otra. Una de las primeras cosas en las que se suele fijar un profesional tras ser contratado en una empresa es en qué plan de carrera existe en dicha organización.
El modelo de carrera profesional ha vivido un cambio recientemente, puesto que ya no es una escalera ascendente, sino que adopta muchas direcciones en función de la trayectoria profesional y personal de cada uno. Además, conocer las necesidades y opciones de cada empleado es positivo en la aportación de valor a la organización.
Desigual ofrece a sus empleados un programa de promoción del talento, el proyecto Shackleton, por el que 10 elegidos reciben durante dos años formación personalizada para potenciar su desarrollo profesional y personal.
Las empresas empiezan a personalizar los planes de carrera de sus empleados. Según los expertos, la personalización puede generar importantes resultados, tales como una fuerza laboral más comprometida y satisfecha o un menor índice de rotación.