Las peticiones de empresarios para contratar a inmigrantes en su país de origen bajaron un 90% en la provincia de Barcelona en el primer semestre de este año, en comparación con el mismo periodo del 2008. De las 2.019 solicitudes registradas de enero a junio del 2009 (el año pasado la cifra fue de 19.483), 1.037 fueron resueltas de forma favorable y, por ahora, han viajado a la capital catalana 600 trabajadores. En cambio, en el mismo semestre del 2008, las autorizaciones alcanzaron las 9.405 y se trasladaron a la ciudad 8.450 personas, según las cifras de la Subdelegación del Gobierno.
La reagrupación familiar también sufrió un declive del 35% (en los primeros seis meses del año se resolvieron 9.539 solicitudes, por las 14.629 del mismo periodo del 2008). Los marroquís han sido los que más han recurrido a esta medida, seguidos de paquistanís y ecuatorianos. La subdelegada del Gobierno en Barcelona, Montserrat García, atribuyó ayer el descenso de las peticiones de extranjeros que quieren venir a Barcelona a la complicada situación laboral y económica de España, y a las dificultades para encontrar trabajo.
Por el contrario, el número de inmigrantes residentes en la provincia que pidieron la regularización por arraigo creció y la Administración ha resuelto 15.315 expedientes. La previsión de solicitudes hasta final del 2009 no superará el 15% en comparación a las del año pasado.
FLEXIBILIDAD / La Subdelegación del Gobierno ha utilizado la máxima flexibilidad que le permite la normativa y ha tenido en cuenta para la renovación de los permisos si el parado busca trabajo activo o se ha inscrito en cursos de formación. Este año solo se han denegado el 4,4% de las peticiones y únicamente el 2,1% han sido por motivos laborables.