La patronal Cecot promueve la nueva figura laboral de los 'autoemprendedores,' en base al éxito que ha cosechado en Francia en tan sólo dos años de existencia. La figura tiene dos grandes objetivos: aflorar la economía sumergida y facilitar el paso a autónomo. En Francia, se han constituido 738.000 autoemprendedores en dos años y un 13% ya es persona jurídica.

Uno de los mayores dilemas que se presentan en estos momentos a quien está en el paro o ve mermada su capacidad adquisitiva por una rebaja de horario y salario es cómo dar el salto al estatus de autónomo. En primer lugar, porque no es fácil, ya que se requiere una buena experiencia anterior para no estrellarse en el intento y, en segundo lugar, por el freno que supone tener que pagar la cuota mínima del régimen especial de autónomos de 250 euros mensuales desde el primer momento, salga bien la aventura o no. David Garrofé, secretario general de la Cecot, estima que un 80% de personas dispuestas a abordar la nueva actividad echan el freno por este motivo. El camino que siguen pasa, lamentablemente, por poblar aún más las redes de la economía sumergida, con lo que se desvirtúa la realidad del mercado laboral, se daña a la sociedad y se trabaja sin cobertura para la pensión.

En Francia, vieron que esta situación era relativamente fácil de subsanar y decidieron hace algo más de dos años crear la nueva figura laboral del autoemprendedor, con un régimen especial que se mantiene mientras no se llega a un techo de facturación y no se contrata a nadie. Cuando se cambian estas situaciones, se pasa al régimen de autónomo. Quizás el punto más interesante que plantea la Cecot, en base al modelo francés, es que quien decida lanzarse a ser autoemprendedor, tras inscribirse en el registro, ya puede facturar y estaría exento de pagar la cuota de autónomo hasta un plazo de dos años.

“Para una persona que pasa por un momento laboral difícil esta posibilidad sería un bálsamo, ya que sabe que de otra manera difícilmente va a recolocarse. Incluso para alguien que trabaje y le reducen el horario es una forma de complementar ganancias, trabajando en la empresa y dedicar unas horas a autoemprendedor. A la empresa también le va bien, ya que tiene más flexibilidad con los horarios a tiempo parcial”, dice Garrofé. Para el Estado también tiene ventajas, aunque no ingrese la cuota de autónomos durante dos años, “ya que aflora un trabajo sumergido, con las primeras facturas ya ingresará IVA y las retenciones, tiene un censo de trabajadores en este régimen y la cifra de paro se reduciría”, prosigue. Además, “supondría que el Estado empieza a salir de la cultura del subsidio y las prestaciones, para pasar a dar facilidades e instrumentos para que la gente se anime a dar el salto al trabajo independiente”.

Una de las ventajas de la figura propuesta es que se adapta a todo tipo de trabajadores, sea cual sea su nivel de cualificación, lo importante es que sepan hacer bien su trabajo.

La Cecot se ha animado a plantear esta figura por las cifras que aparecen en Francia. Así, en algo más de dos años, se han constituido 738.000 autoemprendedores y un dato que anima es que un 13% de ellos ha acabado convirtiéndose en personas jurídicas. El modelo francés se basa en la constitución de la empresa en ventanilla única, por internet y en tres minutos, un pago simplificado de impuestos y cotizaciones sociales; la protección del patrimonio personal del emprendedor y una mejor disposición para abordar la conciliación de la vida familiar y profesional.

La Cecot hace una simulación para España, a partir de los datos de Francia, suponiendo que su puesta en marcha tuviera el mismo éxito. “Hemos calculado que el impacto económico que podría representar en España para las personas a nivel individual sería de unos ingresos promedio de unos 6.300 euros el primer año y 8.300 el segundo y, para el Gobierno, en forma de impuestos, sería de 218 millones de euros el primer año de puesta en marcha y 582 el segundo, aproximadamente el 15% de la facturación de los autoemprendedores, siempre que el primer año se dieran de alta 231.000 personas y, en el segundo, 467.000, lo que supondrá un alivio para la tasa de paro”, concluye Garrofé.

En cuanto a las características del autoemprendedor, la Cecot cita diez: Ha de ser empresario individual, sin trabajadores asalariados; protección del patrimonio ajeno al negocio; exención del pago de la cuota de autónomos durante dos años; capitalización del paro para los autoemprendedores; para límites bajos de actividad, tributar con IRPF con la fórmula de módulos, pero sin índice; declarar el IVA cada seis meses y hacerlo por el criterio de caja (se paga cuando se cobra); tener una moratoria de las licencias municipales durante dos años; una vez la empresa se consolide facilitar los trámites para convertirse en sociedad mercantil bonificando el impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados; el cese de la actividad no debe costar ni un euro y, por último, está la obligatoriedad de llevar un libro de facturas emitidas y, para los comerciantes, un registro de compras.

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