No son solo desempleados los que deciden emprender, sino que cada vez hay más personas con trabajo estable que lo dejan todo para establecerse por su cuenta, ya sea por tener más flexibilidad horaria o para aprovechar oportunidades de negocio que hayan detectado.

La necesidad obliga. Por eso en época de crisis son muchos los parados que, tras buscar empleo sin éxito, deciden montar su propio negocio. Pero hay otro grupo - mucho más minoritario pero en fase de aumento - que, a pesar de tener trabajo, ha decidido dejar un empleo estable en plena etapa de vacas flacas para cumplir su sueño de emprender. Los tres casos que ilustran esta página son un ejemplo.

"De todas las personas que nos piden asesoramiento para montar una empresa, apenas un 6% son profesionales que dejan su empleo para hacerlo, pero el porcentaje está aumentando", explica Noelia Hurtado, coordinadora de programas de creación de empresas en la Cambra de Terrassa. El motivo, según Hurtado, es que "la percepción de riesgo ha cambiado, porque mucha gente se está dando cuenta ahora de que trabajar para otro ya no es tampoco algo estable".

Entre las personas que se plantean dejar un trabajo estable para emprender se distinguen dos grandes grupos. Por un lado, profesionales - sobre todo mujeres de nivel directivo - que necesitan flexibilidad horaria, por ejemplo por motivos familiares, y deciden montar su propio negocio. Y, por otro lado, lo que Hurtado llama "emprendedores corporativos": profesionales que detectan oportunidades de negocio pero no consiguen desarrollarlas dentro de su propia compañía y deciden aprovecharlas por su cuenta. Ambos grupos comparten, según Hurtado, dos rasgos comunes: una sólida formación y experiencia en un sector concreto. Montse Basora, directora de creación de empresas de Barcelona Activa, destaca que además suelen tener una buena red de contactos en su sector, y de hecho muchos se llevan a compañeros o colaboradores de su empresa actual hacia su nuevo negocio.

Quienes se deciden a dar este paso analizan a fondo los pros y contras. "Antes la gente se arriesgaba aunque hubiese alguna incerteza porque si fracasaban era fácil volver a encontrar empleo - explica Basora-.Ahora quien da el paso no se tira a la piscina si no lo ve muy claro y tiene todo bien atado".

 


Carina Mellit y Andrés Carpanzano (LinkingMinds)

"Hacemos lo que nos gusta"

En 2009, Carina Mellit se enteró de que la editorial donde llevaba 5 años trabajando iba a cerrar. "Ese año cumplía 40 años, me sentía llena de energía y apareció ante mis ojos la idea de emprender", recuerda. Estaba tan convencida de su decisión que, cuando le propusieron recolocarla en otra editorial del grupo, no aceptó. Negoció una indemnización, capitalizó el paro y se unió a su amigo AndrésCarpanzano, que pasaba por una situación similar, para fundar la firma Linking-Minds, que gestiona la exposición públicade deportistas, políticos, escritores o directores ejecutivos, entre otros. "Nuestros colaboradores trabajan desde el sofá, la biblioteca, el chiringuito…. pero con un estricto timing que cumplir a rajatabla. Eso me permite conciliar mi vida personal y profesional y tener tiempo para disfrutar de mis dos niños", destaca Mellit. "En dos años hemos aprendido más que en el resto de nuestras vidas. No queremos ser millonarios, sino ganarnos la vida haciendo lo que nos gusta", añade.



Jorge Blasco (Boutique Secret)

"Ahora veo crecer a mi hijo"

Jorge Blasco, de 37 años, tenía diez de antigüedad y un buen sueldo como directivo en una multinacional. "Siempre quise emprender, pero la comodidad de un trabajo estable, internacional y enriquecedor me impedía dar el salto", reconoce. El nacimiento de su hijo marcó un giro: "En 2009 proliferaban los clubs de venta privada generalistas como Privalia o Buyvip pero ninguno me ofrecía todo lo que necesitaba para el bebé:cochecito, trona, peleles…". Vendió su piso y dejó el trabajo para arrancar su proyecto: Boutique Secret, una web de venta privada que lanza cada mes 100 campañas de marcas de moda infantil, puericultura y productos para mamás con un 70% de descuento. Ahora Jorge es el director ejecutivo y la firma ya emplea a veinte personas. "La crisis me ayudó a tomar la decisión: cuanto más incierto es el entorno más seguro te sientes dirigiendo tu vida con tus propias decisiones - explica-.Además, puedo estar más tiempo viendo crecer a mi hijo y, al mismo tiempo, responder a sus necesidades desde mi propio proyecto".



Pablo Pantaleoni y Jacob Suñol (Medtep)

"Mi abuela no lo entiende"

Con sólo 22 y 25 años, Pablo Pantaleoni y Jacob Suñol dejaron sus empleos para fundar Medtep, firma dedicada a la comunicación entre doctor y paciente. Su primer producto es una plataforma web de gestión de clínicas médicas(uClinics ) y preparan uPatient, el historial médicoen línea. "Cuando sientes la necesidad de llevar a cabo un proyecto no puedes quitártelo de la cabeza. Durante tu jornada laboral te sientes impotente al ser consciente de que podrías estar emprendiendo y aportando valor, en vez de permanecer cómodamente sentado en tu trabajo", explican. Dejar sus empleos (Pablo compaginó ambos durante seis meses) fue arriesgado. "Hemos pasado de tener unos ingresos fijos cada mes a dejar de ingresar e invertir parte de nuestros ahorros, pero emprender cuando eres joven es menos arriesgado porque tienes menos responsabilidades", reconocen. Sus parejas y sus padres han sido su principal apoyo. "Pero nuestras abuelas no nos entienden", confiesan.

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