Hasta 1978 en España nacieron entre 650.000 y 700.000 personas al año y luego caen hasta los 360.000 de 1998. Basta hacer un sencillo cálculo para comprobar como desde hace poco tiempo cada año existe menos población nueva en edad de trabajar.

El panorama del mercado laboral español ha cambiado radicalmente en los últimos años. Acostumbrados a tasas de paro dígitos hoy nos sorprendemos al comprobar que estamos en línea (8,7%) con la media de la Eurozona (8,4%). Nada menos que seis comunidades autónomas están por debajo del 7% y sólo tres se mantienen por encima del 10%, según la Epa del cuarto trimestre de 2005. Sorprende también, por lo novedoso, que prácticamente 40 de cada 100 nuevos puestos de trabajo creados en 2005 hayan sido para inmigrantes. Así, mientras el empleo autóctono crecía un 3%, el extranjero lo hacía un 19%. La tendencia, pues, parece bien definida. ¿Qué está sucediendo? ¿cómo afectará a las empresas esta nueva situación?

Según el Observatorio de Demografía y Mercado Laboral de PeopleMatters no hay secreto alguno y menos aún sorpresa, ya que se trata fundamentalmente de un problema demográfico y éstos avisan con mucho tiempo. Su socio director, Alfonso Jiménez explica cómo la baja natalidad pasa factura. "Los datos son elocuentes, dice. Hasta 1978 en España nacían entre 650.000 y 700.000 personas cada año. Desde entonces la cifra no deja de bajar hasta situarse en un mínimo de 360.000 en 1998". Basta hacer un sencillo cálculo para comprobar como desde hace poco tiempo cada año existe menos población nueva en edad de trabajar. "La consecuencia de ello es inevitable: la consideración de nuestro país como un destino laboral claro, habiendo pasado de ser un país de emigración a un país de inmigración", apunta.

Ciertamente, las cifras que ofrece el Observatorio invitan a la reflexión. Según el mismo España tendrá escasez de oferta de trabajadores en 2010. Se alcanzará el pleno empleo en 2013 y en 2015 habrá un déficit de 847.000 trabajadores. Las tres primeras comunidades que sufrirán este déficit son, por este orden, Navarra, País Vasco y Catalunya. En este último caso el pleno empleo se alcanzará en 2014 y en 2015 habrá un déficit de 62.000 trabajadores. En esta fecha, habrá comunidades con paro elevado todavía. Andalucía, por ejemplo, concentrará el 40% del total español. Las diferencias entre comunidades deberían promover un trasvase significativo de gente. Sin embargo, en España, la movilidad geográfica es históricamente muy baja, lo que podría llevar a estrangulamientos. Pero, al margen de ello, lo que está claro es la atracción de inmigrantes. Mientras en 1998, los inmigrantes representaban en España el 1,5% de la población total, en 2005 ya suponían el 8,4%.

Según Jiménez, la oferta de mano de obra caerá hasta el año 2018. ¿Y la demanda cómo se comportará en estos años? "Es difícil de saber, comenta. Pero si consideramos un incremento moderado del PIB para los próximos años y no se produce una sustancial transferencia sectorial de actividades, podemos hacer una estimación manteniendo la correlación entre PIB y empleo, con una baja productividad". En definitiva, la oferta la marca la demografía y la demanda las empresas. ¿Cómo podrá el mercado reducir la diferencia entre una demanda mayor que la oferta? En otras palabras, ¿cómo se puede aumentar la oferta?

No hay más remedio que acudir a pescar en nuevos caladeros, plantea el Observatorio. Una primera vía es la nacional y pasa por convertir personas inactivas en activas. ¿Qué nichos hay? Jiménez los repasa. "La única bolsa significativa es la de las mujeres mayores de 45 años. Sin embargo, a pesar de que ya son muchas las empresas que están en ello, es muy compleja la inserción tardía en el mercado laboral". Otras alternativas menores que cita son la repatriación de españoles (hay 1,5 millones en el extranjero), aunque es difícil porque "la mayoría ya están muy integrados en sus nuevos países. El caso de presos tampoco es fácil y en cuanto a los discapacitados, depende de la actividad que se precise. Otra bolsa importante que cita es la de un millón de estudiantes de entre 16 y 22 años que "podrían tener contratos cortos o de fin de semana para ir tomando contacto con el mercado laboral". Y, por supuesto, se puede alargar la edad de jubilación. Pero aunque todos ellos deben ser tenidos en cuenta, la magnitud de las necesidades hace difícil la solución únicamente por estas vías.

"La única solución realmente viable es la inmigración. De momento, la que ha llegado y la que seguirá llegando mayoritariamente es mano de obra no cualificada. Se estima que necesitaremos 1,5 millones de extranjeros hasta el 2010".

¿Cómo debe prepararse, en definitiva, la empresa para la escasez y el cambio de orígenes de los trabajadores? "Indudablemente la captación de trabajadores será más compleja. La empresa deberá ofrecer una buena imagen para que la gente quiera ir a ella. También se deberá dar un salto cualitativo importante en la gestión adecuada de la diversidad. No sólo étnica, sino de edades, sexos..." Y, por último, Alfonso Jiménez apunta que los lugares de captación serán muy distintos y que la función de reclutamiento de empleo va a variar sustancialmente. "En realidad, en algunos sectores esto ya se está llevando a cabo desde hace un tiempo", apunta.


Las 85 nacionalidades de Vips

"El enfoque sobre la gestión de la diversidad de procedencias de nuestros trabajadores es sencillo: no hay gestión. Hay riesgo de caer en discriminación. Nosotros gestionamos únicamente personas. En eso basamos nuestra política, Nos da igual que alguie sea de Móstoles o de Nigeria. Lo importante es que quiera trabajar y que acepte nuestros principios del respeto". Así lo plantea Miguel Ángel García, director de recursos humanos del grupo Vips, un grupo que ha tenido un crecimiento muy fuerte en los últimos años. En 1999 contaba con 2.800 personas y hoy son ya 8.000. Un 54% de ellos no son españoles y las nacionalidades son nada menos que 85. Una verdadera Torre de Babel. "Una de las claves del buen funcionamiento de la plantilla es que la gente sabe que tiene posibilidades de promocionar. En estos momentos, ya hayun41% del equipo gerencial que no es español, osea, que somos un buen ejemplo de diversidad, Si sólo hubiera un 1% algo no funcionaría, no habría igualdad de oportunidades", apunta. Otra de las claves que cita es que "hacemos contratos fijos desde el principio. Esto supone estabilidad para la persona y un buen enganche para darle confianza". La selección se hace en el país de origen y "siempre buscamos gente con formaciónenel mundo de la hostelería". En cuanto al fenómeno de la inmigración dice que ya no debe plantearse entre el "sí o no", sino "cómo hacerlo, qué personasvamos atraer. No podemos olvidar, además, que somos un país que supone una entrada natural para muchos extranjeros", concluye.


Caprabo y el súper escuela

"Los supermercados escuela que tenemos en Barcelona y Madrid, que son parte decisiva del proceso formativo de los nuevos trabajadores que vana desarrollar su carrera profesional en los productos frescos, es dónde mejor se ve la tendencia dela plantilla. Mientras hoy un8% de la misma son inmigrantes, en los supermercados escuela representan el 50%". Para Vera Baena, directora de organización y desarrollo de recursos humanos de Caprabo, "no sólo queremos que se incorporen, sino que apuesten por el desarrollo de su carrera de nuestra compañía". Caprabo emplea en estos momentos a 19.000 personas y la plantilla tiene un nivel de rotación superior al 20%. Ello, junto a las necesidades estacionales hace que al cabo del año se realicen unas 10.000 contrataciones. "La política que llevamos a cabo de integración es una ´no política´, es decir, seguimos una filosofía basada en asegurar un trato equitativo, evitando tanto la discriminación negativa como positiva". En cuanto al sistema de reclutamiento, afirma que debe variar, "ya que actualmente sólo está dirigido a la población inmigrante que reside en España". Al respecto, comenta que "estamos empezando a trabajar con programas de contratación y formación en origen que permitan acercar nuestras necesidades de contratación con la oferta de trabajo que existe en países como Marruecos, Chile o Argentina". Ciertamente, la atracción, primero y la retención, después, de los empleados son ya dos retos importantes de las empresas. "Para tratar de bajar el nivel de rotación incentivamos mucho la formación, hay planes de carrera y las posibilidades de ascenso tanto en tiendas como en plantas son claras", concluye.


Extranjeros por comunidades autónomas

Los incrementos de inmigrantes en España son espectaculares en los últimos años. En la actualidad, se estima que cuatro millones de extranjeros viven en nuestro país, de los cuales tres son trabajadores y un millón son residentes. La cifra de residentes es muy importante en Baleares y Valencia. En Baleares, los extranjeros representan el 16% de la población.

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