Un 20% dels treballadors del Regne Unit fan hores extra sense cobrar-les. Tanmateix, la productivitat és molt menor respecte a la resta d 'Europa. Ha arribat el moment que els nostres caps aprenguin a gestionar millor el temps?

Jane Brown solía quedarse en el trabajo hasta más tarde de lo que le tocaba por contrato. Las presiones en el despacho de diseño gráfico dónde esta mujer de 36 años trabajaba, hacían que ella y sus compañeros hiciesen regularmente una hora y media extra cada día, así como trabajar algunos fines de semana. Todo esto gratis, por supuesto.

“Es parte de nuestra cultura”, afirma Brown (no es su nombre real). “Como nuestro sector se debe al cliente, los plazos de trabajo cambian a menudo en el último momento y es difícil decir no. Es una industria de gente joven y, cuando los diseñadores pasan la treintena, la mayoría ya se ha ido a otros trabajos menos estresantes.”

Brown no está sola. En el último año, casi cinco millones de empleados en el Reino Unido han trabajado una media de 7 horas y 24 minutos extra por semana sin que se le haya pagado por ello. No es de extrañar que muchas personas se sientan sobreexplotadas y estresadas, envidiosas de sus colegas europeos que trabajan menos tiempo, hacen menos horas extra gratis y tienen más vacaciones.

El Reino Unido es el único estado de la UE dónde los trabajadores pueden escoger no seguir la Directiva Europea del Tiempo de Trabajo (opting-out). Un 20% de los empleados británicos trabaja más de 48 horas a la semana. La mayoría de aquellos que trabajan horas extra gratis se encuentran en puestos directivos, profesionales y administrativos.

Estas horas extra ahorraron 23.000 millones de libras en costes salariales a las empresas en 2005. Sin embargo, todo este tiempo de más no ha ayudado a la competitividad del país. Entre las 25 naciones de la UE, el Reino Unido es la octava en términos de productividad por trabajador, y la novena en productividad por hora.

Las horas extra gratis son mucho menos comunes en los cuatro países más productivos de la UE: en Luxemburgo, sólo las hacen el 2,1% de los trabajadores, mientras que en Bélgica, Francia e Irlanda, la proporción es del 8,8%, 12,1% y 0,1%, respectivamente. En el Reino Unido, el 19,4% de la fuerza de trabajo hace horas extra sin cobrar.

Trabajar más horas de las que tocan, ya sea cobrando o no, resulta improductivo. La mayoría de las personas comete más errores y se vuelve menos eficiente a partir de las cuarenta horas de trabajo semanales. “Las empresas empiezan a comprender ahora la relación entre productividad, rendimiento y el número de horas trabajadas”, dice David Coats, director asociado en Work Foundation. “También comprenden la relación entre las horas trabajadas y las enfermedades. Sin embargo, el problema es estructural y, mientras no se encuentren maneras mejores de organizar la jornada laboral, Gran Bretaña no podrá reducir la distancia en productividad con el norte de Europa.”

Prácticas eficientes

Leyes laborales fuertes y consolidadas, como las jornadas laborales fijadas estatutariamente, han llevado a empresas belgas y francesas a desarrollar maneras más eficientes de trabajar.

“Aunque las empresas británicas tienen la misma tecnología y niveles de especialización que sus competidores de la UE, su productividad es menor”, dice Paul Sellers de la Trade Union Congress (TUC), el mayor sindicato del Reino Unido. “Esto se debe a la organización del trabajo y a las habilidades de los cuadros directivos británicos. La mayoría de los trabajadores no hacen más horas de las que deben. Pero tenemos un grupo importante de personas trabajando excesivamente por su falta de destreza a la hora de gestionar o de ser gestionadas.”

Los directivos y profesionales británicos trabajan un día extra gratis a la semana de promedio. Sus excesivas y, a menudo, improductivas horas son parte de lo que Coats llama “intensificación de los profesionales” de los últimos quince años.

“La gente dice que tiene más trabajo que hacer, que ha de trabajar más duro para hacerlo”, afirma. “Están sujetos a unos planes de gestión del desempeño más rigurosos. Tienen que lograr sus objetivos como sea. Esto es todo lo que pueden añadir a esta cultura tóxica del trabajo, en la que las personas creen que tienen que llegar al trabajo antes de que el jefe y quedarse hasta que se haya ido. De otra manera, sienten que no demuestran compromiso y, por lo tanto, no serán ascendidos.”

Una investigación de Investors in People de agosto de 2005, indicó que un tercio de los trabajadores británicos pensaban que sus compañeros que sólo hacían sus horas por contrato, no aumentarían su influencia en la organización. Algunas grandes empresas parecen haberse adaptado rápidamente a esta forma de pensar y vinculan el presentismo con la productividad.

PricewaterhouseCoopers participó el año pasado en un Programa de formación sobre Gestión del Cambio para el Departamento de Comercio e Industria del Gobierno británico. El gigante de la contabilidad explicó que ofrece prácticas con trabajo flexible a todos sus empleados desde el 2003, incluyendo horarios reducidos. Se encontraron con que los que tuvieron más éxito con la iniciativa, ya tenían un buen rendimiento y mostraban ciertas capacidades antes de cambiar los patrones de trabajo. Un compromiso visible por parte de la alta dirección y de los mandos intermedios fue también clave para cambiar las actitudes.

Esta comunicación y compromiso son importantes para mejorar la manera en que gestionan su tiempo los trabajadores, dice Nicola Maine, directora de Investors in People. “Si quieres hacer cambios en la eficacia, tienes que adoptar el comportamiento de líder o de directivo”, afirma. “Tendemos a ver la productividad a un nivel macro, pero ganaríamos más valor si comprendiéramos que el individuo trabaja mejor si se le motiva realmente, de manera personalizada.”


Fuera los relojes
La guía del TUC para reducir tu horario.

La cultura de trabajar muchas horas. Si todos se quedan hasta tarde para impresionar al jefe o como un hábito, es el momento de decir basta. Asegúrate de que todo el mundo se va del trabajo a la hora este viernes y haz lo mismo cada semana a partir de ahora. Sólo hay que quedarse hasta tarde cuando hay realmente algún problema: ese es el momento de demostrar el verdadero compromiso.

Mala organización. Si no tienes mucho que hacer algunos días y de repente te tienes que quedar hasta tarde por algún proyecto sorpresa, necesitas una mejor organización. Muchos jefes “comprenden a la víctima” enviando a cualquiera que se queje de trabajar muchas horas a un curso de gestión del tiempo, mientras otras personas necesitan replantearse detenidamente la manera de hacer su trabajo. Sin embargo, los directivos son malos planificadores y reparten mal las tareas; ellos son los que, seguramente, necesitan una buena formación. Intenta cambiar esta situación elegantemente: mándales información adecuada anónimamente o habla directamente con ellos.

Demasiado trabajo. Si todos trabajan demasiadas horas, y no sólo por un breve periodo, tienes un problema serio. Por lo menos, tu jefe debería buscar maneras de ayudarte, con medidas como la del horario flexible o dejándote trabajar algunos días desde casa. Pero, a medio plazo, debes tratar de persuadir a tu jefe de que contrate a más personal o acabar con el trabajo innecesario. Igualmente, si crees que hay una explotación real, piensa en contactar con un sindicato.

Acceso a la noticia: http://money.guardian.co.uk/workweekly/story/0,,1711988,00.html

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