Els metges creuen que, a més de la sobrecàrrega laboral, part de la seva insatisfacció sorgeix perquè de professionals liberals han passat a assalariats amb sous gens d 'acord amb la seva formació i responsabilitat, i l 'opinió dels quals no compta.

Un problema de la sanidad, dicen sus trabajadores, es la desmotivación. Los médicos creen que, junto a la sobrecarga laboral, parte de la insatisfacción radica en que de profesionales liberales han pasado a asalariados con sueldos nada acorde a su formación y responsabilidad, y cuya opinión no cuenta. La insatisfacción llevó a una huelga de médicos catalanes en 2006 y ha vuelto a estallar por la ampliación de horarios en los centros de atención primaria (CAP). Para reducir ese malestar y que redunde en una mayor eficiencia y mejor atención, el Consell de la Professió Mèdica de Catalunya, participado por el colectivo y el Departament de Salut, debate mejoras.

El organismo ya auspició medidas como que, según la falta de médicos, se revise la jubilación a los 65 años, o que se puedan tener dos empleos en la sanidad pública. Otras están en estudio, como instaurar un copago para disuadir de visitas innecesarias - a lo que las autoridades políticas hacen oídos sordos-. Ahora, están en su recta final dos informes. Uno, del presidente del Col · legi de Metges de Barcelona, Miquel Bruguera, propone cambiar la organización y aumentar la participación. Otro, de las patronales concertadas, liderado por el director del hospital Sant Joan de Déu, Manel del Castillo, renueva el modelo retributivo, tras reconocerse que el actual supone un agravio frente a los médicos de otras autonomías. Estas son algunas de sus recetas.

EQUIPOS QUE SE AUTOORGANICEN. Bruguera propone organizar a los profesionales en los centros en unidades asistenciales, frente a los servicios de hospital y los equipos de los CAP. Cada unidad tendría presupuesto y objetivos propios

CARGOS NO VITALICIOS. Se plantea acabar con el sistema en que los jefes de servicio de hospital son cargos vitalicios. Tampoco se ascenderá por méritos como tener años en el puesto; para liderar las unidades contaría la capacidad de trabajo en equipo, la iniciativa. Las unidades tendrían reglamentos para prever cómo resolver conflictos internos.

VOZ EN LA TOMA DE DECISIONES. Los médicos participarán en los órganos de dirección mediante el comité de delegados que ahora sólo funciona en hospitales como el Clínic y el Mar de Barcelona. En atención primaria también se crearían juntas de directores de unidad, igual que las juntas de jefes de servicio de los hospitales.

PESO DE LOS CRITERIOS MÉDICOS. Esta figura médica hospitalaria no deberá ser nombrada por el gerente del centro ni ser una extensión suya, sino casi un contrapoder, para garantizar, como los comités, que en la toma de decisiones pesen criterios médicos. Ahora se critica a las direcciones de centros por actuar con criterios economicistas. En los puestos de representación se deberá buscar el equilibrio entre cargos electos por los trabajadores y los nombrados. Bruguera admite que sus propuestas exigirán un cambio de mentalidad de los gestores pero también mayor implicación de los médicos sin cargo.

PAGAR POR MÁS. El informe Del Castillo propone ahondar en la paga al médico por "lo que soy, lo que hago, cómo lo hago y por los resultados". Entre los complementos del sueldo destaca que, dadas las dificultades para reducir el número de pacientes por médico - porque crece la demanda asistencial y faltan médicos,- se propone pagar más a quién haga más. Se fijaría un número de tarjetas sanitarias en el CAP, como 1.500 por facultativo, que se considera el máximo recomendable, y quien tenga asignados más pacientes recibiría una suma adicional por cada uno (la cantidad debería tomarse en las mesas sindicales). No sería como los médicos de la seguridad social o de cupo,que acumulaban tarjetas pues cobraban por número, sino que compensaría a los médicos de los CAP más saturados (algunos tienen más de 2.000 pacientes).

En hospitales, se pagaría una suma adicional por visita o acto médico u operación a los médicos que hagan de más. Como por las tardes para reducir las listas de espera. En algunos hospitales ya se pagan extras; en otros ni se hacen, alegando que no hay presupuesto.

PREMIAR AL MEJOR. Es una demanda de los médicos que su carrera profesional (complementos por categoría, experiencia...) se les reconozca per se, independientemente de dónde trabajen. El modelo desgaja conceptos, de forma que habría complementos ligados al trabajo en el centro (antigüedad, cargo) y otros que premien al médico mejor valorado por sus pacientes, o a quien es una referencia en su disciplina o que tiene un currículum más brillante. Estos méritos profesionales los evaluaría la sociedad médica de cada especialidad a partir de criterios en los que trabaja el Institut d´Estudis de la Salut.

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