El proceso de cambio que estamos viviendo en torno a la conciliación de la vida personal, profesional y familiar nos ha situado en un presente vivo y en ebullición. Tan vivo y en ebullición que estimamos conveniente aportar un momento de reflexión y análisis de los fundamentos. En caso contrario, corremos el riesgo de no caer en la cuenta que, como con todo edificio que queremos sólido, necesitamos asegurar que los cimientos y las paredes maestras sean capaces de sostener el esplendor de la fachada y el tejado protector que nos cobija.
Publicado en el número 20 de la revista, de enero de 2008.