Aumentan los encargos a los peritos informáticos judiciales para destapar a trabajadores que simulan enfermedades.

Un joven de baja laboral por rotura de cadera “dándolo todo” en un concierto de Camela. Un trabajador en teoría incapacitado para conducir maquinaria por una grave lesión ocular, al volante de su turismo como si nada. Una empleada con una larga baja por depresión tomando un cubata en un bar entre muchas risas…

Son solo algunos ejemplos de fraudes con las bajas laborales. Todos con un denominador común. En esos casos fueron los propios protagonistas los que se “metieron en la boca del lobo”, afirma un perito informático judicial, al publicar ellos mismos en sus redes sociales imágenes bailando, conduciendo o tomando copas. Conductas nada acordes con las dolencias manifestadas por esos trabajadores en sus respectivos partes de baja presentados a sus empresas.

Y otro dato inédito: “Este tipo de investigaciones, años atrás reservadas a detectives privados, se han disparado ahora en los despachos de los peritos judiciales informáticos”, afirma Pablo Duchement, ingeniero informático, profesor y perito judicial. Lo corrobora Ángel Bahamontes, presidente de la Asociación Nacional de Tasadores y Peritos Judiciales Informáticos (Antpji).

Para cazar a esos defraudadores ya no hay que salir del despacho, ni montar vigilancias en la puerta de un domicilio o hacer discretos seguimientos a potenciales infractores. Ahora basta con “patrullar” por las redes sociales de esas personas que prolongan, sospechosamente, sus bajas laborales.


Fotos de réplicas de monumentos para cobrar viajes

Estos peritos judiciales informáticos investigan muchas otras cosas, además de fraudes en bajas laborales. Y la imaginación de algunos empleados para engañar a sus empresas no tiene límites. Ángel Bahamontes informa a este diario de uno de los últimos casos que ha entrado en la asociación que preside. Se trata de un trabajador a quien se encargó una campaña de marketing de un producto por diferentes países de Europa. Pero ese empleado, que cobró más de 7.000 euros por dietas y desplazamientos, jamás salió de Madrid. Para simular que había estado en los países señalados por sus jefes, ese hombre fue a un parque temático donde hay réplicas de monumentos emblemáticos de toda Europa y se sacó fotos delante de ellos. Para él, la prueba de que había realizado los viajes. Pero el análisis de su teléfono por un perito dijo lo contrario. Ese aparato nunca había salido de Madrid, pero sí estuvo en ese parque temático.


Y a veces descubrirlos “es cuestión de minutos”, revela Pablo Duchement. Sorprende que una persona que está de baja por una fractura de cadera publique un vídeo suyo en sus propios canales de las redes sociales dando saltos, “como si no hubiera un mañana”, en un concierto. Pero pasa, “y muchas veces más de las que imaginamos”, añade este perito informático judicial. Es otra factura del ansia por estar siempre presente en las redes, aunque colgar esa imagen sea una declaración contra uno mismo.

Podría pensarse, desde el punto de vista del empresario, que una captura de pantalla en la que se ve bailando a ese trabajador tendría que bastar para destapar el fraude. No es así. El trabajo de estos peritos, informa Ángel Bahamontes, “es certificar que esas imágenes son reales, no están trucadas, y situar sin ninguna duda la hora y lugar donde han sido captadas”.

De ahí que cada día sean más las empresas que recurren a estos peritajes en los procesos para despedir a esos empleados. “Lo habitual es que sea el propio empresario el que nos ponga sobre la pista del caso, con un vídeo o una foto y la dirección de un canal determinado”, indica Duchement.

El perito comprueba entonces que esa información es real y con su certificado el juez lo suele tener mucho más fácil a la hora de dictar resolución. “Hay que pensar que muchos magistrados están en estos momentos muy escarmentados con las fake news, así que nuestros informes se han convertido en claves e imprescindibles en la resolución de esos conflictos laborales”, apunta.

Y otra tendencia al alza constatada por estos peritos informáticos: “Desde hace ya un tiempo son cada vez más los casos destapados por personas del entorno de esos trabajadores supuestamente defraudadores”, revela Pablo Duchement. Hay más conciencia de que esos empleados que simulan una lesión o enfermedad para cobrar la baja laboral “comenten un fraude que pagamos entre todos”, concluyen los entrevistados.


Acceso a la noticia: https://www.lavanguardia.com/vida/20230319/8836227/baja-laboral-falsificaciones-simular-enfermedad-sanidad-defraudar.html

Subscriu-te gratuïtament als nostres butlletins

Rep notícies i idees en Recursos Humans.
Subscripció

Utilitzem cookies per oferir a les nostres visites una millor experiència de navegació pel nostre web.
Si continues navegant, considerem que acceptes la seva utilització.