El reskilling, una de las máximas prioridades a las que las organizaciones han de hacer frente hoy, no resulta ser ni un proceso rápido ni tampoco sencillo. Para conseguir impulsar de forma incremental una cultura de aprendizaje y desarrollo continuo en las organizaciones es necesario contar con métodos que pongan el foco en la mejora de la gestión, tanto de la demanda, como de la actividad y de la entrega de las acciones desarrolladas en un área de formación.
Hoy en día vemos cómo la tecnología avanza a una velocidad increíble y cómo emergen nuevos mercados, se trasforman e, incluso, desaparecen. Esto y más es a lo que las compañías tienen que enfrentarse actualmente. Muchos cambios e incertibumbre que, como organización, se deben abordar desde la adaptabilidad y la evolución. Para ello, el aprendizaje y desarrollo constante se presentan como herramientas fundamentales, ya que el hecho de ir modificando algunas prácticas con los nuevos conocimientos adquiridos supondrá una ventaja competitiva.
Una de las principales prioridades en la mayoría de las organizaciones en la última década, según recogen numerosos informes, es el reskilling de los empleados. Tal es así, que en los próximos 3 años puede afectar a más de la mitad de los españoles, y en Europa, hay estudios que evidencian la necesidad de reciclaje en una cuarta parte de la fuerza laboral.
Publicado en el número 172 de la revista, de noviembre de 2021.