La certificación SGE 900 aporta la garantía de que un profesional no sólo 'sabe', sino que 'sabe hacer' en el día a día de una organización, lo que supone una garantía de cara a los clientes y al ser contratado por una empresa o realizar algún trabajo como autónomo.
Uno habla con consultores y no tienen ningún reparo en contar que en muchas de las pymes con las que han trabajado las decisiones se acaban tomando por instinto, utilizando el olfato que tantas veces les ha funcionado bien. Pero, a medida que el mercado es más complejo el riesgo de equivocarse crece, por ello es necesario que haya un rigor en la toma de decisiones y una creciente profesionalización. Independientemente del título académico que exhiba un directivo y de su experiencia, ha de tener conocimientos suficientes, unos claros criterios de realización, destreza para aplicarlos e instrumentos en que apoyarse.
"De lo que se trata es de profesionalizar la función directiva en la pyme. Lo que se busca no es solo que el directivo tenga buena formación, sino que además tenga la habilidad para desarrollarla en el día a día. Alguien tiene que dar fe de ello, certificar su competencia en la toma de decisiones y que se haga siguiendo un modelo ampliamente contrastado. Y en ello estamos, con la norma DSG 900", comenta Guillem Pastor, gerente de operaciones de la zona nordeste de Applus+. Recientemente esta certificadora y Pimec se han aliado para impulsar las competencias y habilidades directivas bajo esta norma de referencia internacional.
"En Pimec hemos diseñado un programa específico en tres fases. La primera la realizamos en la patronal. Se trata de la cualificación en base a esta norma. Son unos cuatro meses con algunas sesiones presenciales y el resto online. Tratamos siempre con directivos con experiencia. La segunda fase corresponde a Applus+ que analiza las personas que han pasado por la cualificación, en base a unos estándares competenciales establecidos y su capacidad de aplicación. En caso afirmativo, el auditor da la certificación. Y la tercera fase consiste en el acompañamiento que se hace posteriormente al directivo mediante instrumentos y tecnologías. A destacar que la certificación se ha de renovar cada 3 años", dice Héctor Pérez, director de recursos humanos y formación de Pimec.
Esta certificación supone una garantía para terceros. Es un reconocimiento de cara a clientes y a otras empresas y, por supuesto, al tener que ser contratado por una empresa o realizar algún trabajo como autónomo. Es el caso de Joan Pons, alrededor de los 50, autónomo, con formación de Esade y que lleva al gerencia de una asociación y da asesoramiento financiero a empresas. "La certificación sirve para darme seguridad. Puedo demostrar que soy un profesional cualificado. Es un buen camino de desarrollo futuro porque te acredita estar al día, ya que te auditan cada tres años. Lo que más valoro es que es un buen instrumento para la empleabilidad, ya que la renovación te obliga a realizar una formación permanente".
"En un 90% de los casos cualificamos a personas mayores de 35 años. Es gente con experiencia. Nosotros no damos conocimiento, simplemente damos la metodología adecuada para estructurar el propio conocimiento. Proporcionamos instrumentos para tomar decisiones", apunta Héctor Pérez. Por su parte, Jordi Navarrete, que es licenciado en Derecho, ha realizado varios cursos posgrado y ha empezado la cualificación. "Lo hago para poder tener las pautas de un proceso de autoaprendizaje, además de la garantía que me da la certificación", dice
José Luis Contreras es el director general de Best Business Service, la empresa normalizadora responsable del desarrollo de la Norma GSE 900 y presidente del Plan Innova y comenta que "muchas veces cuando los directivos realizan un master ejecutivo, pueden caer en la sobreformación, aunque ello no siempre implica saber hacer. Un 33% de las personas que se certifican tienen algún máster ejecutivo en su CV".
En definitiva, un normalizador, Best Business Service (Plan Innova), un cualificador, Pimec, y un certificador, Applus+ (presente en 65 países), colaboran para mejorar el nivel de gesión en las pymes. Para Contreras el hecho de que Applus+ tenga su sede en Barcelona es una garantía internacional en el sector de las pymes. "No en vano, Catalunya ostenta la mayor densidad de pymes del mundo. Y la marca Barcelona es una garantía", dice.
Qué significa la norma SGE 900
Best Business Service, la empresa normalizadora responsable del desarrollo de la Norma Referencial Internacional SGE 900, la define como “el estándar para la gestión experta de empresas y toma de decisiones, reconocida en todos los sectores de actividad a nivel internacional”. Se fundamenta en facilitar a profesionales (en el ámbito de dirección, gestión y toma de decisiones empresariales) y sus organizaciones, el desarrollo y mejora continua de su cualificación, competitividad, productividad e innovación. La certificación se obtiene mediante la evaluación del proceso por el que los auditores de la entidad de certificación, examinan el cumplimiento y la conformidad en el Sistema de Gestión de los Procesos Críticos de Negocio de acuerdo con los requisitos de la norma. Si es conforme, la entidad certificadora emitirá el sello que garantiza el resultado de la evaluación realizada por los auditores. Con la certificación SGE 900 para Gestión Experta de Empresas y Toma de Decisiones, el profesional obtiene un reconocimiento público, mediante un proceso de evaluación realizado por una tercera parte independiente, que evidencia que posee las competencias, habilidades y criterios de realización necesarios para medir, analizar, diagnosticar y decidir sobre los distintos procesos críticos de negocio, y que, por lo tanto, posee los conocimientos e instrumentos necesarios para poder tomar las decisiones oportunas y dirigir o ejecutar los procesos de corrección, prevención, control y mejora, si es preciso, sobre los mismos.